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La brecha salarial y la conciliación, retos laborales de la mujer ourensana

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Al finalizar febrero 26.313 personas estaban inscritas como demandantes de empleo en Ourense, de las que 14.084 (un 54%) son mujeres.

 

Los micrófonos del canal de televisión local Telemiño salen a la calle y recogen opiniones entre mujeres para que describan su situación, hablen de conciliación o reflexionen sobre las diferencias salariales por sexos. Las respuestas, como era de esperar, son unánimes: no es fácil conciliar, las responsabilidades en la pareja no están bien repartidas y es discriminatoria la diferencia de nómina entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo. Podrían ser respuestas sustentadas en los tópicos, pero el caso es que los datos oficiales ratifican esas opiniones. 

Ourense no es diferente al resto de provincias, si cabe se reproducen sus vicios y se agravan las diferencias. Según datos de la Agencia Estatal Tributaria, las mujeres perciben salarios más bajos que los hombres. La nómina media que se paga en la provincia está en 16.552 euros brutos anuales, pero las mujeres perciben menos ingresos, ya que se cuantifica en 14.897 euros anuales, frente a los 18.028 de los hombres.

Este tipo de desigualdades se dan en todos los sectores ya que, en el caso de Ourense también, no hay una actividad económica remunerada que iguale o supere las percepciones de los hombres, cuando menos en el sector privado y siempre según los datos de la Agencia Tributaria.

Según esta fuente, un trabajador en la agricultura cobra al cabo del año 13.079 euros brutos, mientras que la mujer se queda en 11.981 euros. Por lo que respecta a la industria, una trabajadora ourensana cobra 19.902 euros de media anual, pero un hombre percibe 26.905. La misma tendencia se describe en otras actividades, como la construcción, con 14.241 euros para la mujer y 16.298 para el hombre. En el comercio la diferencia va de los 11.839 del salario de la mujer a los 15.424 del hombre. En las entidades financieras el salario medio de una mujer es de 20.037 euros, pero el de los hombres sube hasta los 27.976. En otras actividades como los servicios a las empresas el salario de un varón es de 14.101 euros, mientras que el de una mujer se quedan en 10.626.

La teoría dice que la sociedad camina hacia un equilibrio de las responsabilidades en la pareja y que debería de tener fecha de caducidad la discriminación, pero la realidad no siempre casa con los pronósticos. María Andrés es fisioterapeuta y tiene una consulta en Ourense. Reconoce que “desde el momento en el que hemos tenido niños se ha complicado mucho la cosa y la conciliación ha sido muy complicada”. Eso sí, en su caso valora haber tenido “la suerte de que mi pareja me ha ayudado bastante y he trabajado todas las horas que he necesitado”.

También afirma que se están dando casos en los que la maternidad es difícil precisamente por la falta de apoyo, incluso dentro de las propias empresas.

CONTRATOS

En el caso de los accesos al mercado laboral la situación no mejora. Según datos del Ministerio de Empleo, en el último cuatrimestre del 2015 se hicieron 7.446 contratos a hombres y 8.221 a mujeres, pero la mayoría de los trabajos ofertados están relacionados con el sector servicios, mayoritario en el tejido productivo de la provincia. 

Las diez ocupaciones más contratadas para mujeres en Ourense han sido: camareras asalariados (1.139 contratos), vendedoras en tiendas y almacenes (930), personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares (673) empleadas domésticas (372), trabajadores de los cuidados personales a domicilio (366), empleadas de servicios de correos (363), trabajadoras de los cuidados a las personas en servicios de salud no clasificados bajo otros epígrafes (345), auxiliares de enfermería hospitalaria (262), ayudantes de cocina (247) y cocineros asalariados (192).

Antía Iglesias es una joven emprendedora ourensana dedicada al comercio de la moda. Reconoce que, dentro de su actividad empresarial, “te ven joven y piensan que tienes un montón de pájaros en la cabeza, pero poco a poco se ve que trabajas, que innovas” y que ese camino allana las eventuales dificultades. Conciliar las actividades laborales con las familiares no es fácil, tampoco para las empresarias.

La propia Xunta reconoce lagunas en este sentido. Un documento de la Consellería de Traballo indica que en los últimos años se percibe un incremento en la participación de las mujeres en todos los ámbitos profesionales, “sen embargo, segue diminuíndo a taxa de emprego feminino en función do numero de fillas e fillos e, das mulleres que traballan, só un 17% supera os 35 anos”. En este sentido adelante que “a posibilidade de conciliar a vida laboral e familiar é fundamental para acadar a igualdade en todos os ámbitos, sendo o Empendemento feminino unha das vías para superar este obstáculo”. 

La administración gallega cree que “iniciativas como a Lei do traballo en igualdade ou as axudas Emega para mulleres emprendedoras e empresarias, supoñen neste contexto un pulo para unha maior participación e presencia das mulleres no tecido empresarial”. Pese a todos los intentos de la realidad sociolaboral en Ourense es aún muy terca ya que la contratación precaria se suele cebar con las mujeres ya que el 48% de los contratos indefinidos son para ellas y el 52% de los temporales.
 

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