LA EMPRESA DEL DÍA

Cinco Hermanas, un aceite de Extremadura a Galicia

Rosalía, Ángela, Carmen, Araceli y América son las cinco hemanas que han puesto su nombre a un nuevo aceite extremeño que está teniendo en Galicia su principal mercado

La historia del aceite Cinco Hermanas es la de la familia Carrasco Torrents. Y por casualidades de la vida Galicia está siendo su principal mercado en este momento, porque la hermana que está llevando las riendas de la comercialización vive en Vigo, aunque creciendo ya por toda España. Rosalía, Ángela, Carmen, Araceli y América son las cinco hemanas que han puesto su nombre a este nuevo aceite extremeño.
Su padre es de Extremadura  y su pasión es el campo. Así que desde que se jubiló se dedicó a su pasión y en especial a una finca que heredó de sus padres que se llama “Los frailes de abajo”, entre Badajoz y Olivenza.
Empezó a plantar olivos y una parte de la producción la vendía y otra quedaba para los amigos.

Las hemanas pensaron muchas veces en comercializar el aceite y este año por fin iniciaron la aventura, que está teniendo muy buena acogida por la calidad de un aceite de oliva virgen extra 100% arbequina. 
El padre estudió en Barcerlona y ahí conoció a su madre. Allí nacieron las cinco, de las que tres siguen viviendo en Barcelona, una en Madrid y Araceli Carrasco en Vigo.
“Es un proyecto que nos ilusiona mucho porque es como una continuidad del trabajo de mi padre y porque faltaba el último paso que era la comercialización”, explica Araceli Carrasco.

La producción de Cinco Hermanas puede alcanzar  los 45.000 litros, pero este año ha empezado con 2.000 litros “para ver como va y con la idea de ir creciendo cada año”. De hecho han iniciado una nueva plantación de otras cinco hectáreas más de olivos.
Donde más se está vendiendo es en Galicia, porque Alicia Carrasco, que se ha puesto al frente, vive en Vigo. Pero acaba de llegar de Salón Gourmet en Madrid y las sensaciones son muy positivas sobre nuevos mercados.
Araceli Carrasco esplica que se trata de un aceite “muy elegante, muy redondo, frutado y muy integrado, con un punto picante y el retrogusto con un ligero amargor”. Elegante pero intenso, este es el análisis organoléptico. 

La calidad es máxima porque se trata de aceite de oliva virgen extra, primera prensada en frío solo mediante procedimientos mecánicos. Señala que “paradójicamente, en los aceites no se pone la añada como en los vinos y es algo muy importante”, considera. Araceli es consciente de que hay un boom del aceite porque tiene muchas propiedades, se ha comprobado su capacidad antioxidante, vitaminas y que va muy bien para el colesterol, en definitiva, que es un producto muy saludable. 
Con estos mimbres las hermanas buscaron “un buen vestido” para su producto, “porque una botella de aceite puedes tenerla dos semanas sobre la mesa, tanto en desayuno como en comida o cena”. Y ahora, al mercado.

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