LA LARGA CRISIS SILENCIOSA

Pese al “too big to fail” algo se tambalea en Europa.Se llama Deutsche Bank

Enfrentados dos modelos de crecimiento distintos. La economía real frente a la monetaria.

DEUTSCHE BANK : “TOO  BIG TO FAIL”. Pero los agoreros financieros dicen todo lo contrario: Después del Deutsche Bank, al igual que lo que sucedió con Lehman Brothers, después, volverá una crisis, una muy mala. Una grande.
 

EN EL CORAZÓN DE EUROPA
Las perspectivas macro al respecto no son buenas para el viejo buque financiero  alemán, cuya sede está al lado del Banco Central Alemán, el Bundesbank, el cual, a su vez, está al lado del Banco Central Europeo, el eje del sistema financiero europeo. El banco es además, uno de los más relevantes del planeta, cotizado en las bolsas de Frankfurt y Nueva York. 
 

UN BANCO DE INVERSIÓN
Si como banco de inversión su campo de acción está orientado a operaciones de capital, de compra venta de valores o de financiación y asesoramiento a grandes empresas; su modelo de negocio se mueve ahora en un campo bastante adverso con bajos tipos de interés y una economía global con problemas latentes de desaceleración.
 

MALA PRAXIS
Si a ello se suman pérdidas, escándalos por falsificación contable o manipulación de tasas de interés el monstruo financiero alemán pierde fuelle.

Y no deberíamos tampoco olvidar que, durante la pasada recesión fue uno de los mayores vendedores de bonos respaldados por hipotecas basura que, además, apostó a la baja por ellas haciendo perder dinero a sus clientes.
 

UN BANCO MUY GRANDE 
En números, el banco es muy grande. Cuenta con alrededor de 100.000 trabajadores en todo el mundo, casi la ciudad de Ourense,  y alrededor de 600.000 inversores y accionistas, el triple que el número de empresas que hay en nuestra Comunidad.

El banco tiene además comercializados 64 billones de dólares de derivados financieros, casi cinco veces el producto interior bruto de la Unión Europea y dieciséis veces el de Alemania. En un contexto de mercados volátiles, todos estos caracteres, lo convierten en una bomba incendiaria  cuya consecuencia más directa sería un efecto dominó sobre la economía mundial, como Lehman Brothers; y ello sin contar que si el Deutsche Bank quebrase no habría suficiente dinero en Europa para reflotarlo, lo cual sería un desastre.
 

LAVADO DE CARA 
Ahora como es práctica habitual en este tipo de negocios, consistente en enmascarar los niveles de riesgo, la entidad financiera hincha pecho en los mercados financieros y anuncia una recompra de deuda de varios miles de millones de euros para intentar limitar el desplome. 

El plan lo dirige a la deuda senior de la que la firma tiene 50.000 millones de euros emitidos y que cotiza en los mercados a un noventa o noventa y cinco por ciento de su valor nominal. Respecto a la deuda subordinada que se mueve valorada con descuentos que rondan el veinte o el treinta por ciento de la deuda nominal, la firma, no se quiere pronunciar.
 

ESCENARIO POLÍTiCO Y ECONÓMICO 
Pero el disparador de fondo es que la economía mundial nunca se ha recuperado de la crisis  anterior y que solo se mantiene a flote de forma artificial mediante un mar de liquidez sin ni siquiera alcanzar un nivel de actividad previo a la crisis.

Ahora el debate se establece entre los principales países de occidente que abogan por escapar de este ciclo de austeridad a través de una nueva tanda de endeudamiento europeo comandado por Wall Street  y  un gobierno alemán que se opone; apuntando a una distribución concertada de parte de los excesos de deudas y créditos existentes, intentando a la  vez preservar la base industrial de las naciones y en su caso particular fortaleciendo sus vínculos económicos con países como Rusia o China.
 

CAMBIOS RELACIONALES 
La tendencia a la coordinación de las principales potencias europeas y americanas que primó en los primeros momentos catastróficos de la crisis queda atrás. En este nuevo contexto Deutsche Bank se convierte en un lugar de enfrentamiento económico. Lo que está por todo ello en discusión es una reestructuración de la relación entre producción y financiación de la economía que enfrenta  a una tentativa de regionalización económica y política centrada en el comercio y la industria donde los alemanes son el mambo, frente a otra ligada a las finanzas internacionales donde impera Wall Street.

Los analistas económicos debaten ahora sobre si los rumores de quiebra sobre un banco como el Deutsche, que lleva tiempo tocado por sus malas prácticas, responden a una maniobra de Estados Unidos en el escenario de guerra económica entre Washington y Berlín ante el interés germano de desmarcarse de la agenda que América quiere imponer a Europa. Un enfrentamiento entre dos modelos económicos  distintos. Un enfrentamiento entre la economía real y la monetaria. Un enfrentamiento entre Obama y Merkel.

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