CREANDO LA MARCA OURENSE

La pizarra, un sector estratégico que ambicionan los fondos de inversión

Valdeorras, CArballeda. 20-03-2011
Explotaciones de pizarra en el Concello de Carballeda

Ourense y alguno de sus sectores más consolidados no iban a ser una excepción. Los fondos de inversión, que ya aterrizaron en Galicia comprando autopistas o conserveras, han puesto la lupa sobre la pizarra. Empresas que se dedican a comprar empresas con el fin de venderlas al cabo de unos años están aterrizando en la comarca valdeorresa. Cupa Group es un ejemplo, pero no es el único. Los fondos  se presentan allí donde alguien está dispuesto a vender. 

Las empresas pizarreras son las que dan lustre industrial a la provincia, generan gran actividad y son el motor de las exportaciones ourensanas. Según los datos oficiales, la localidad de Carballeda de Valdeorras (sede de alguna de las compañías del sector más destacadas) está entre las diez con mayor renta per cápita de Galicia, con 100.717 euros por cada uno de sus 1.754 habitantes. Se trata, efectivamente, de un dato estadístico, pero revela bien a las claras lo que supone esta actividad para la zona. Sin embargo, se está constatando un cambio de tendencia en los últimos años, avivada por la crisis, porque la mayoría de las pizarreras están en manos de grupos familiares, alguno de los cuales están dispuestos a vender sus golosas participaciones.

En ese escenario aparecen los fondos. Carlyle, un grupo inversor norteamericano que tiene oficina en España y participa ya en varias empresas de diferentes sectores, se ha fijado en Cupa Group, el gigante del sector, con más de 400 millones de euros de facturación, que exporta a 70 países, tiene 2.100 empleados y posee  22 canteras en España, Portugal, Francia y Brasil. 

Raúl González, analista, sostiene que “el sector de la pizarra es atractivo porque son empresas familiares a las que quieren dar un perfil más profesional, pero también porque las empresas tienen un tamaño manejable y tienen una gran cuota de mercado”. Se trata de operaciones muy medidas y en las que la rentabilidad no está en discusión, al menos a priori. Raúl González explica que este tipo de fondos “buscan empresas que tienen recorrido financiero, capacidad de crecer económicamente y tras la crisis las empresas de pizarra la tienen porque todavía pueden profesionalizar más su actividad y llegar a más mercados internacionales”.

Está claro que los fondos de inversión han llegado para quedarse y sus pasos son muy medidos. Tienen una gran capacidad financiera, “sobre todo en comparación con los bancos, que con la crisis han dejado sus participaciones en empresas y también porque están dispuestos a asumir más riesgo cuando compran una empresa porque nacieron para eso”, explica Raúl González.

Efectivamente, los bancos están reorientando su modelo de negocio y la participación industrial hace ya tiempo que no es estratégica. Abanca, por ejemplo, lleva más de dos años en un proceso de desinversión de sus participaciones en diferentes sectores. Entre ellas está la venta del 20% de acciones que tiene en Cupa Group. La entrada de los fondos de inversión en el capital de las empresas revela un escenario inversor diferente al tradicional, pero que tiene un gran recorrido. Patricio Sánchez, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo, explica que “esta tendencia no es buena ni mala, es lo que nos está tocando vivir, sencillamente”. 

Algunos fondos arrastran fama de especuladores, que se nutren de actividades de comprar a bajo precio y vender con la revalorización de las acciones obteniendo con ello importantes plusvalías. Eso sí, siempre y cuando la inversión haya sido certera. Aclara Patricio Sánchez que “hay fondos más profesionales, más estratégicos, que entran en las empresas para sanearlas, profesionalizarlas y mejorar la gestión”, pero también reconoce que “algunos sí hacen maniobras especulativas”. Eso sí, este profesor universitario adelanta que “este modelo de inversiones va a más”.

INVERSIÓN EXTRANJERA

Y es que la globalización también entraña este tipo de operaciones y facilita la entrada de capitales. La inversión extranjera de todo tipo está creciendo, sobre todo cuando los nubarrones de la crisis comenzaron a despejarse.

Por otra parte, los proyectos de inversión extranjera en Galicia crecieron un 33% en 2015 respecto a la cifra registrada el año anterior, al pasar de tres a cuatro iniciativas captadas. Así lo constata el estudio ‘European Attractiveness Survey 2016’ de EY, que analiza la actividad de inversión extranjera y los proyectos ‘FDI’ (Foreign Direct Investment) desarrollados en Europa durante el ejercicio anterior, así como las perspectivas de futuro de los inversores. 

Galicia es la novena comunidad autónoma que más proyectos de inversión extranjera ha registrado en 2015. Cataluña y Madrid, que representaron el 63% del total de las iniciativas de inversión extranjera recibidas en España, con 111 y 46 iniciativas, respectivamente, ocupan las primeras posiciones.

ESPACIO DE TIEMPO

En cuanto a la permanencia de los fondos, la tendencia es que “no suelen quedarse más de cuatro o cinco años”, según Raúl González, quien además hace la siguiente reflexión: “El negocio en este tipo de operaciones no está en gestionar empresas, está en ganar dinero gestionando empresas”. De momento han llegado a la pizarra, pero no se descarta que haya interés por otros de la provincia, aunque es difícil enumerarlas. Este economista aventura que “algunas auxiliares del automóvil podrían ser atractivas para los fondos de inversión, pero dependerá del balance  de cada una de ellas”. Sea como fuere, los fondos han llamado a las puertas de la economía de la provincia.

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