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Retos y oportunidades con la alta velocidad

super streamlined train with motion blur moves on countryside
photo_camera tren de alta velocidad.

Paralelamente a la llegada de la alta velocidad a Ourense es necesario, a todas luces, un plan de transporte metropolitano

Es evidente que la llegada de la línea de alta velocidad a la ciudad de Ourense va a permitir que la accesibilidad interurbana de nuestra ciudad cambie radicalmente. Ya lo ha hecho con A Coruña y Santiago. En breve lo hará con Madrid, Vigo y Pontevedra y un poco más tarde, es de esperar que lo haga con Ferrol y Lugo. Sin embargo, la alta velocidad es una condición necesaria, pero no suficiente, para que mejore la economía de Ourense. Ver únicamente en la llegada de la alta velocidad la cura de todos los males para nuestra ciudad es pecar de ingenuos. La alta velocidad, para que posibilite un desarrollo económico, precisa de actuaciones complementarias, pero que no siempre se tienen en cuenta.

Así, paralelamente a la llegada de la alta velocidad a Ourense es necesario, a todas luces, un plan de transporte metropolitano, que lleva esperando, desde 2010, por una apuesta decidida por parte de las autoridades autonómicas y municipales. Se ha hablado mucho de esta necesidad, pero los resultados son, hasta la fecha, cuanto menos discretos.

La ciudad de Ourense necesita contar con una estación intermodal de transporte, que permita comunicar a los viajeros con todos los medios de transporte disponibles. Esta estación intermodal permitiría que la mejora que supondrá la conectividad de la ciudad de Ourense con la alta velocidad se extienda, no solo al propio ayuntamiento ourensano, sino a toda el área urbana. Por lo tanto, más que una demanda municipal es una necesidad para toda la provincia.

La situación actual resulta claramente deficiente. No hay conexión, ni en horarios, ni en medios de transporte, entre el aeropuerto de Peinador y la estación de tren o de autobús de la ciudad de Ourense. Hay que ir desde Peinador a Vigo y desde allí coger un nuevo transporte para llegar a Ourense. Lo mismo se pude decir del aeropuerto de Lavacolla. La ciudad de Ourense es una de las pocas de Galicia que tiene dos aeropuertos cercanos, pero esta ventaja competitiva no se ha sabido utilizar.

La deficiente comunicación también se produce entre servicios de transporte local. Si bien la estación de autobuses de Ourense no está lejos de la del tren, esa distancia casi implica coger un tercer medio de transporte para realizar este desplazamiento o, si el viajero es una persona decidida, acarrear su equipaje durante cierto trecho. Evidentemente, esto no resulta deseable. La comodidad del pasajero entre diferentes medios de transporte debería ser una máxima a perseguir en última instancia.

Es obvio que con la llegada de la alta velocidad surgen nuevas oportunidades para la ciudad de las Burgas. Hay que pensar en captar más turistas, pero con un nivel de renta medio-alto, que demandan servicios de calidad, aprovechando la reducción temporal entre el centro de la península y el resto de Galicia con la ciudad de Ourense.

Más que una cuestión de cantidad de viajeros, hay que pensar en calidad. De poco nos vale incrementar el número de visitantes, si el gasto que realizan es ridículo. Como muestra un botón: la pernocta media del turista que viene a la ciudad de Ourense no llega a los dos días. Algunos se desplazan en el día desde otras ciudades para ver Ourense. Algo hay que hacer para cambiar esta realidad.

Ourense es una ciudad de un tamaño ideal para pensar en organizar eventos de calidad, ya que tiene unos indicadores de bienestar que pocas veces se dan en otras urbes, además de ser una ciudad cómoda para vivir, desplazarse y hacer todo tipo de gestiones. Hay que ser capaces de aprovechar la llegada de la alta velocidad para que la ciudad recupere la población que ha venido perdiendo en los últimos años. Si se mejora la capacidad industrial, si aumenta el tejido empresarial, se posibilitará la creación de nuevos puestos de trabajo, lo que permitirá un incremento de la población residente. Si a esto se une que el precio de la vivienda, y por lo tanto un parte importante del coste de la vida, es relativamente más barato en la ciudad de Ourense que otras grandes ciudades, es posible dar la vuelta a nuestros indicadores demográficos.

Es necesario mejorar, de forma integral, la oferta turística en relación a la calidad y capacidad de los hoteles con los que cuenta nuestra ciudad. Es cierto que en los últimos cinco años la oferta ha aumentado, pero lo que se ha podido crear son instalaciones de pequeño tamaño, que es más que probable no satisfagan toda la demanda.

Continuamente se señala que Ourense es capital termal, pero nuestra ciudad no ha sido capaz de aprovechar la oferta termal con una infraestructura de alto nivel. A las pruebas me remito. No existe ningún hotel de 4 o más estrellas cerca de algunas de las termas con las que cuenta la capital. Para poder disfrutar de una estancia completa en un balneario hay que irse fuera de la ciudad de Ourense. Una ciudad que se precia de tener estos recursos termales no puede permitirse esta limitación en el aprovechamiento de sus instalaciones. Es necesario actuar y hacerlo con la mayor diligencia.

Tampoco se ha sabido aprovechar, salvo contadas ocasiones, la capacidad que tiene nuestra ciudad para fomentar la oferta cultural. Más allá de ofertas esporádicas de actividades lúdicas y deportivas, que se celebran en contadas semanas al cabo del año, hay que intentar ofertar, de manera continuada, actividades culturales concentradas en los fines de semanas y debidamente publicitadas en toda Galicia. Esto permitirá garantizar una clientela fija de turistas a lo largo del tiempo, evitando el problema de la estacionalidad, que tanto condiciona la demanda turística en nuestra ciudad.

Muy unido a lo anterior la ciudad de Ourense debe trabajar conjuntamente con la Vicerrectoría del campus universitario local, como entidad aglutinadora de las iniciativas de las diferentes facultades y grupos de investigación del campus, para fomentar la celebración de congresos académicos, científicos, culturales, etc., que den a conocer la oferta de recursos de nuestra ciudad. En este sentido, las actuaciones llevadas en los últimos años por los distintos responsables de campus universitario de Ourense, en colaboración con los centros y grupos de investigación, con las diferentes administraciones públicas y empresas están permitiendo una mayor difusión de la potencialidad de nuestros recursos. Afortunadamente, las empresas y administraciones públicas son muy permeables con las iniciativas que se desarrollan desde del campus de Ourense Es de esperar que el campus da Auga, primera de las iniciativas de especialización de los campus no centrales de todo el Sistema Universitario de Galicia, potencie este aprovechamiento conjunto.

Finalmente, Ourense dispone de un patrimonio cultural escasamente conocido que potencia la oferta turística. Lo mismo se puede decir de su gastronomía, que se convierte en un aliciente más para visitar Ourense.

Sin duda, la llegada de la alta velocidad mejorará todas estas actividades. Con la llegada de la alta velocidad a la ciudad de Ourense se abre un nuevo escenario económico. ¿Seremos capaces de aprovecharlo?

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