Foro La Región

Comercio: aprendizaje y necesidad de reinventarse para salir de la crisis del coronavirus

Voces autorizadas de tres agrupaciones del sector en la ciudad pasaron revista a la situación, detallando los errores del pasado y fijando objetivos con un mensaje claro: la clave será movilizar a los vecinos. "Y saldremos reforzados", garantizan

El comercio local mira con preocupación el avance de los días de cuarentena. Saben que es un sector especialmente sensible al encierro. Una situación que provoca dudas y preguntas, que intentaron ser resueltas en la última edición del Foro La Región. Bajó el título de "El comercio, motor ciudadano", y moderado por el periodista Antonio Nespereira, los ciudadanos pudieron enviar sus cuestiones a tres voces autorizadas del sector: Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro; Tito Taín, presidente del CCA Couto Centro; y Emilio González, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Praza de Abastos.

Rivera pone voz a los casi 200 negocios afiliados en su agrupación. Y lo hace mezclando preocupación con optimismo. "El comercio ourensano, desde la debilidad actual pero también desde nuestra capacidad de adaptación, tiene la suficiente agilidad para darle la vuelta al modelo comercial y reinventarse. No creo que nuestro sector estuviese mucho más tocado de lo que lo estaba la ciudad. El coronavirus ha venido a poner de manifiesto la debilidad de todo el engranaje local. Tendremos que adaptarnos a las nuevas tecnologías, a las nuevas generaciones de clientes. Y saldremos reforzados", señala.

Emilio González, desde la Plaza de Abastos, echa la vista atrás para dejar claro que parte de los problemas se vienen arrastrando desde hace años. "Ourense era una referencia en el comercio, la envidia de Galicia. Pero en los últimos años nos hemos dormido en los laureles. Y no solo los comerciantes. ¿Qué ha hecho el resto? ¿En qué hemos profundizado en los últimos 12 años? No podemos dejar que se pierda la marca Ourense en comercio. Vamos a partir de cero todos, también los grandes. Y yo confío en el comercio ourensano".

Desde el O Couto, el golpe sanitario y económico del Covid-19 llegó en un momento especialmente inoportuno. "Veníamos en una línea de preocupación, con un comercio envejecido. Esta alerta ha creado una incertidumbre todavía mayor. Ante las deficiencias en las ayudas tenemos miedo. Lo bueno, que está en manos de los vecinos del barrio salvar el comercio local.

Nosotros veníamos arrastrando un incremento en el precio de los alquileres, que tendían a equipararse al centro. Y eso hacía dudar a los comerciantes", destaca Tito Taín.

Ayudas administrativas

El papel de las administraciones también se puso sobre la mesa. Necesidad, sí. Dependencia, no."La soluciones no van a llegar de las administraciones. Es cosa nuestra hacer ver a la gente que la economía circular es lo que mantienen a la ciudad viva. Ese es el mensaje", analiza Luis Rivera desde el CCA Ourense Centro. 

Un punto más crítico fue Tito Taín, especialmente con los créditos ICO y medidas similares para "capear" la crisis.  "Las administraciones, al igual que en el tema sanitario, han tenido una escasa capacidad de reacción. La solución que se nos ha dado ha llegado en forma de créditos, que agravan el problema. La solución es volver a ver como ganan los bancos. Con intereses y de mano de la contratación de seguros de vida o similares. Esta no es la solución", lamenta el presidente del CCA Couto Centro.

"Echo en falta que, al margen de las ideologías políticas, se hayan sentado todos de una vez para hablar de qué va a ser nuestra actividad", completó Emilio González, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Praza de Abastos.

Desde los diferentes modelos de comercio se coincide en la necesidad de reiventarse. La crisis parece haber despertado las ideas y el ingenio. Una dosis de realizad que muestra por donde pueden venir los tiempos. "El trato personal es una virtud que no hay que dejar atrás pero también saber coger de la mano otras opciones de venta y negocio", reconoce Luis Rivera. 

Importancia tecnológica

En el caso de la Plaza, la luz entre la oscuridad ha llegado a través del teléfono. "Antes, la afluencia a la Plaza era buena. Ahora, ha caído en un 80% la asistencias de los clientes. Lo hemos solucionado en parte con el reparto a domicilio", explica Emilio González. "Queremos crear un comercio especializado que ofrezca un producto de calidad contrastada. Las ayudas que nos pueden llegar, es pura política. Los políticos no están a la altura en Madrid y no lo van a estar aquí", recuerda Taín en representación del comercio de O Couto.

"Yo creo que no va a cerrar ningún comercio. Tengo esa esperanza, a pesar de las previsiones negativas de muchos. En las grandes superficies, por los nuevos hábitos, no va a poder concentrar a tanta gente como antes. Creo que va a haber pan para todos y todos vamos a empezar de cero cuando esta situación pase", vaticina Emilio González.

El futuro

Un optimismo más rebajado tiene Luis Rivera. "Estamos pasando una situación de 'stand by'. Los cambios se van a tardar en notarse, si de verdad llegan. Y por el camino se está quedando gente. En infraestructuras nos quedamos atrás. No se ve una ciudad referente en termalismo. Pero la realidad a partir de ahora va a ser otra. El turismo va a bajar, no va a haber el tránsito que había antes. Estamos preparados para una 'posguerra' complicada".

Un repaso minucioso al pasado, presente y futuro del comercio local que mezcló realidades con vaticinios. Los comerciantes cuentan los días para regresar a una normalidad anormal. Reiventarse como objetivo y aprender como meta, las claves para que este motor de la provincia vuelva a rugir con fuerza.

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