El abogado y escritor presentó su novela de intriga "La sustancia invisible de los cielos" en el marco del Foro La Región
La historia y sus misterios, reflejadas en forma de una novela de intriga. "La sustancia invisible de los cielos" y su autor, el abogado Ulises Bértolo, protagonizaron el Foro La Región ayer celebrado en el Centro Cultural "Marcos Valcárcel", en un acto en el que el decano de la Facultade de Dereito, Roberto Bustillo, ejerció como presentador, destacando los componentes culturales intrínsecos al Derecho, "por lo que un buen jurista tiene que tener una buena formación cultural para comprender el porqué y el cómo de una norma".
Ulises Bértolo comenzó su intervención explicando los motivos por los que un abogado se decidió por escribir un libro. "Son dos razones, el ser una válvula de escape del día a día y de la confidelidad", comentó, para a partir de ahí abordar la dificultad de mantener un trabajo literario constante, algo que realiza "por las noches, robándole tiempo al sueño". Respecto a su historia, destacó la necesidad de incluir el misterio, la historia o el amor "combinados con una ficción no tradicional", todo ello con la música como telón de fondo. Así, el piano aparece en los tres periodos históricos en los que desarrolla la trama: el presente, la Segunda Guerra Mundial y el siglo XIX.
La provincia de Ourense, y más en concreto, el monasterio de Oseira juegan un papel fundamental en la historia. Bértolo señaló que "su inclusión no es casual, sino que responde a su profunda carga simbólica", más en concreto la de su sala capitular, donde el protagonista debe realizar un sacrificio para alcanzar el conocimiento superior.
El compositor Franz Liszt juega también un papel destacado. Su inclusión en la historia, al tratarse de un personaje histórico real, obligó al autor a "crear personajes ficticios que estuviesen a su altura" para dar credibilidad a la novela. Su música y la relación con las matemáticas también sustenta momentos clave del libro. Bértolo mencionó a la corriente pitagórica, así como a la inclusión de mensajes codificados dentro de la propia música para revelar pistas sobre la investigación.
"Liszt fue el primero en vivir el fenómeno fan", destacó también el abogado del compositor, explicando que su difícil personalidad le obligaba a crear piezas "que solo pudieran poner a prueba sus cualidades extraordinarias, rompiendo la ortodoxia". Las envidias entre talentos creativos agudizaban una fuerte rivalidad, de la que se deriva el centro de la historia y sobre la que ahondará la investigación del protagonista, que "le hará vivir situaciones de peligro".
