Los agricultores afectados pueden recibir como máximo una ayuda anual de 1.200 euros

La responsabilidad de compensar los daños provocados por el jabalí es del tecor (terreno cinegéticamente ordenado) al que pertenecen los animales, pero a veces es complicado determinarlo; en otras ocasiones los titulares de los tecores son los propios agricultores o ganaderos que sufren los daños.
Al margen de las reclamaciones que los afectados pueden presentar ante quienes consideran responsables de los daños, la Consellería de Medio Ambiente dispone desde 2006 de una línea de ayudas compensatorias. ‘Somos conscientes de que en la mayoría de los casos no cubrimos la totalidad de los daños, pero ya están alcanzado un importe sustancial y el año pasado superaron en total el medio millón de euros’, indica Emilio Rosa, subdirector general de Recursos Cinegéticos. ‘Tienen un tope máximo de 1.200 euros y cada explotación sólo puede solicitar una ayuda al año; las valoraciones varían en función del cultivo dañado’, añade.

Los agricultores deben ponerse en contacto con la consellería de Medio Ambiente para denunciar los daños en un plazo inferior a los siete días; han de comunicar la intención de cosechar los terrenos afectados con una antelación mínima de quince días para poner en marcha la tramitación de compensaciones. ‘El año pasado se beneficiaron de estas ayudas 830 agricultores profesionales. Algunos casos que quedaron sin cubrir por falta de disponibilidad económica se han incluido en los programas de ayudas de esta temporada’, explica Emilio Rosa.

El Sindicado Labrego Galego (SLG) ha denunciado que las indemnizaciones estén condicionadas por la existencia o no de un crédito presupuestario. ‘Deben estipularse axudas anuais para as explotacións sitas nas zonas que se recollan datos continuados por mor de perdas por xabaril’, indica Rosario Sánchez, secretaria de Medio Ambiente del SLG. ‘As axudas teñen que contemplar os danos colaterais: sementeira, gasóleo, tempo de reposición dos cultivos ou perda de materia prima para autoconsumo da explota ción’, concluye. Las ayudas no cubren en muchos casos los costes de siembra y, según el sindicato agrario, las compensaciones por pérdida de cosecha deberían contemplar el pago anticipado porque la supervivencia de las explotaciones puede estar vinculada a esta ayuda.

‘As medidas recollidas na orde para paliar os danos do xabaril resultan ineficaces na maioría dos casos e nalgúns casos subreais, como ter que levarlle a comida ao monte sen concretar quen e como. En todo caso, debería ser obriga dos tecores o depósito de millo nas pistas ou ben sementar obligatoriamente no monte un número de hectáreas a cereal de cara a evitar a entrada nas explotacións’, afirma Rosario Sánchez.

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