Aurelia Rey, la mujer de 85 años cuyo desahucio fue paralizado en dos ocasiones gracias a la movilización ciudadana, está a la espera de recibir el contrato para un alquiler social proporcionado por la Xunta para abandonar su vivienda en el centro de A Coruña.
El acuerdo alcanzado con los propietarios del inmueble donde la anciana residía desde hace décadas fijaba para hoy su salida del mismo, aunque ésta podría retrasarse al no haber recibido todavía el contrato de alquiler de su nueva vivienda, han informado fuentes del colectivo Stop Desahucios que han acompañado a la octogenaria durante todo el proceso.
Aurelia está preparada para marcharse -sus pertenencias están ya empaquetadas- y lo hará en cuanto reciba las llaves y el contrato de su nuevo piso, cuya tramitación está ultimando la Xunta.
El inmueble, ubicado en el barrio de Eiris, no cuenta todavía con los suministros básicos para su habitabilidad.
Su traslado a un piso de alquiler social de la Xunta fue la solución alcanzada para un caso que causó un gran revuelo social el pasado mes de febrero cuando la movilización ciudadana logró paralizar por dos veces el desahucio de la octogenaria.
Aurelia está preparada para marcharse -sus pertenencias están ya empaquetadas- y lo hará en cuanto reciba las llaves y el contrato de su nuevo piso, cuya tramitación está ultimando la Xunta.
El inmueble, ubicado en el barrio de Eiris, no cuenta todavía con los suministros básicos para su habitabilidad.
Su traslado a un piso de alquiler social de la Xunta fue la solución alcanzada para un caso que causó un gran revuelo social el pasado mes de febrero cuando la movilización ciudadana logró paralizar por dos veces el desahucio de la octogenaria.
