El PPdeG no desvela su gasto en campaña argumentando que 'aún no lo sabe', mientras el presupuesto estimado por los otros dos grandes partidos, PSdeG y BNG, suma 1,8 millones

La austeridad también marca distancias entre los partidos

La publicidad exterior es uno de los principales concepto de gasto durante las campañas electorales. (Foto: Miguel Ángel)
La campaña electoral recién finalizada no ha sido en general de gigantescos alardes. Atrás quedaron los imponentes despliegues que desarrollaban los grandes partidos en los comicios de hasta no hace mucho. La crisis impone austeridad pero las distancias continúan siendo abismales entre las cifras que barajan las formaciones mayoritarias y las minoritarias.
Las tres grandes formaciones políticas gallegas -PPdeG, PSdeG y BNG, aunque con diferencias entre ellas- gastaron en la campaña electoral del año 2009 casi 5,5 millones de euros, según declararon al Consello de Contas. En esta ocasión, la crisis, según las estimaciones, dejará esta cantidad en torno a los tres millones de euros.
El PPdeG, el partido que, a juzgar por el dispositivo movilizado y por la publicidad insertada en algunos medios, ha realizado el mayor despligue, no revela cuánto dinero ha gastado en estos últimos 15 días. 'A estas alturas no lo sabemos, pues hay muchos gastos que llegan a última hora y que no podemos cuantificar', señalan fuentes del mismo. Sostienen que la cantidad final se verá mermada fundamentalmente por la reducción de las subvenciones públicas, una de las fuentes de financiación de la campaña, junto a cuotas de simpatizantes y otras aportaciones.
En los comicios de 2009 el PPdeG declaró al Consello de Contas un gasto de 1,87 millones de euros y recibió, en concepto de subvenciones, un total de 1,83 millones.
Fuentes de este partido explican que el gasto principal de la campaña electoral se deriva de la infraestructura que conlleva la organización de las docenas de mítines y actos electorales que se celebraron por toda la geografía gallega.
El PSdeG sí desvela una cifra, la cantidad máxima de gastos sobre la que trabajan: 1,1 millones de euros, 'que supone un 40% menos con relación a los comicios de 2009. La mayor parte de esta cantidad, en torno a un 60 por ciento, se destina a infraestructura para mítines y actos electorales, así como desplazamientos. El otro 40% se distribuye a partes iguales entre publicidad en medios de comunicación y a publicidad exterior: vallas, cartelería, etcétera.
La financiación procede también en su mayor parte de las subvenciones de la Administración, a la que se suman aportaciones de afiliados. En los comicios de 2009 el PSdeG declaró al Consello de Contas unos gastos de 2 millones de euros y percibió 1,4 millones en concepto de subvenciones por los resultados obtenidos.
El BNG confiesa haber presupuestado 750.000 euros, lo que supone prácticamente la mitad de lo que declaró a Contas en el año 2009 (1,49). Sus ingresos procederán mayoritariamente de las subvenciones que perciban a tenor de los resultados electorales y el resto lo cubrirán con las cuotas de afiliados.
Más de la mitad de su presupuesto lo invierten en mailing, y el resto se destina a la publicidad exterior, organización de mítines y actos electorales, vídeos y publicidad en medios de comunicación.
Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), coalición formada por Izquierda Unida, Anova, Espacio Ecogalegista (estos dos últimos escindidos del BNG) y Equo, señala que trabajó con un presupuesto de 100.000 euros, 'una campaña muy comedida y financiada por captaciones de los militantes', destinados a organización de actos y publicidad exterior, fundamentalmente, 'y hay una cantidad gigantesca que no se puede cuantificar, como la pegada de carteles y trabajos que realizan voluntarios'.
Sociedad Civil y Democracia (SCD) señala que la campaña le costó aproximadamente 180.000 euros, que gestaron en vallas, mailing, alquileres de espacios para actos, folletos y poco más, como publicidad en algunos medios de comunicación.
Compromiso por Galicia (CxG) informó con detalle que su gasto en la campaña ascendió aproximadamente a 120.000 euros, financiados por tres vías: donaciones de los militantes (afirman que llevan recaudados 40.000 euros), venta de lotería de Navidad (39.000 euros) y mediante un prestamo bancario por 36.000 euros. La mayor parte de aquella inversión, más de 84.000 euros, se destina a diseño, organización y actos de la campaña.

El número de escaños marca el reparto de las subvenciones
La fórmula por la que suelen optar estas formaciones políticas para afrontar estos gastos, ya que las subvenciones oficiales no las percibirán hasta que haya concluido todo el proceso electoral, es la solicitud de un crédito, avalado por la subvención que esperan percibir en base a una estimación del resultado electoral.
En esta ocasión, estas subvenciones sufrieron un recorte del 20 por ciento con respecto a las que concedió en las anteriores autonómicas de 2009. El Diario Oficial de Galicia del pasado 31 de agosto justificaba esta reducción en 'las circunstancias extraordinarias motivadas por una situación de recesión económica. Las cantidades que recibirá cada partido, a tenor del resultado electoral que alcance, serán las siguientes:
-Por cada escaño obtenido, 15.530 euros, frente a los 19.413 que se otorgaban en el año 2009.
- Subvención de 0,58 céntimos de euro por cada uno de los votos alcanzados por cada candidatura, siempre y que al menos uno de los miembros de la candidatura obtuviera un escaño. En el año 2009 la subvención por voto obtenido era de 0,72 céntimos de euro.
- Además, los partidos que logren escaño en la Cámara gallega recibirán 0,16 céntimos de euro por elector para los gastos derivados del envío directo a los electores de sobres y papeletas electorales y propaganda electoral. En el año 2009 la subvención por este concepto era de 0,20 céntimos de euro.

Discrepancias entre Xunta y alcaldes por el nombramiento de representantes electorales
La designación, por parte de la Xunta, de los representantes de la Administración que se ocupan en las jornadas electorales de garantizar la apertura de las mesas con normalidad, advertir de incidencias y de transimitir los datos de participación y el resultado del escrutinio de cada una de ellas, ha levantado ampollas en algunos concellos socialistas y nacionalistas. Ocurre que habitualmente son los propios gobiernos locales los que deciden la identidad de esos representantes porque son los que deben ocuparse de los locales electorales, por lo que la decisión de la Xunta de asumir ella esa competencia les ha molestado. Es el caso de Piñor de Cea, cuyo alcalde, el socialista Francisco Fraga, explicó que se le comunicó que para sus tres mesas electorales en el municipio él podría elegir a uno de esos representantes y los otros dos la Xunta; comunicó su rechazo a la medida y no recibió contestación. Piensa que el gobierno de Feijóo intenta 'colocar' ese día a personas de su confianza o vinculadas al PP, 'pero o que me molesta é a falta de respeto institucional'. '.
Sin embargo, el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, asegura que es habitual que en unas elecciones autonómicas sea la Xunta la que decida los representantes institucionales de las mesas, como en el caso de las generales lo hace la Subdelegación del Gobierno. Igualmente, precisa, la Xunta puede notificar a los secretarios municipales que designen esos representantes, que cobrarían cerca de 90 euros en dietas por el trabajo de la jornada, o hacerlo directamente, según los casos, restando importancia a la polémica.

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