Conocido por su actividad en el motor, Beny Fernández regresa a la esfera pública con un proyecto muy personal, Espacio Beny.
¿Cómo surgió esta idea?
Me jubilé hace dos años. Tenía mucho tiempo para pasear, hacer deporte y dedicarme al ocio, pero me fatalba algo. Necesitaba algo que me llenase y me decidí a compartir mi gusto por el arte.
¿Por qué Amat y Rivas para estrenar?
Conocía su obra y tengo relación con ellos. Quería comenzar con la idea de expandir lo gallego y combinarlo con lo del exterior, sin cerrarnos en nosotros mismos. La próxima exposición reunirá a dos jóvenes artistas madrileños con Buciño, un consagrado de Galicia.
¿Qué le aporta el arte?
Lo primero que me resulte agradable. Comencé por los referentes gallegos en los 80 y poco a poco me fui acostumbrando, hasta que llegué a Leopoldo Novoa o Silverio Rivas. A veces notó que no entiendo ciertas nociones de artistas contemporáneos, pero todo es empezar.
¿Qué pretende con Espacio Beny?
Me gustaría que nos fueramos acostumbrando a los eventos culturales al estilo de Málaga. La vida urbana está bien, pero hay algo más. Lucen más las calles con esculturas de Leiro o de Rivas en lugar de volcanes luminosos.
¿Qué criterio artítico va a seguir?
El mío. Espacio Beny tiene un criterio muy personal, donde me guió por mis intuiciones, improviso mucho.