La Policía ha desarticulado una organización que presuntamente se dedicaba a introducir mujeres sudamericanas a España, donde las obligaban a prostituirse en clubes de alterne de las provincias de Palencia y Pontevedra, en una operación en la que han sido detenidas once personas.
Los detenidos, según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, están acusados de los delitos contra los derechos de los extranjeros, contra los derechos de los trabajadores y otros relacionados con la prostitución.
Otras diez personas están detenidas por infracción a la Ley de Extranjería.
Los agentes han practicado registros en tres clubes: dos en Palencia y uno en Pontevedra, además de un cuarto registro en un domicilio particular de la misma provincia gallega.
Los arrestados captaban a las mujeres principalmente en Paraguay y les ofrecían venir a España prometiéndoles grandes ingresos de dinero a través de la prostitución.
Las mujeres eran obligadas a prostituirse en sus locales durante un mínimo de tres meses, aunque ya estuviera pagada la deuda contraída con la organización.
Para no levantar sospechas, los detenidos organizaban el traslado de las mujeres a través de una agencia ubicada en la ciudad de Asunción (Paraguay), como si se tratara de un viaje turístico, con billetes de ida y vuelta, para un periodo de entre diez días y dos semanas.
La agencia contrataba vuelos con itinerarios como Asunción - Sao Paulo - Londres - República Checa, con desplazamientos en autobús hasta Viena, avión de nuevo hacia Barcelona, autobús hasta Madrid y finalmente el trayecto a Burgos, donde eran recogidas por otros miembros de la red.
De esta forma, visitando terceros países antes de llegar a España, los delincuentes pretendían no ser detectados por las fuerzas de seguridad.
Las investigaciones de la que es la segunda operación contra la trata de blancas en 48 horas comenzaron el pasado mes de marzo en Zamora, a raíz de las denuncias de dos mujeres que presuntamente fueron trasladadas desde Paraguay hasta España por los integrantes del grupo.
Los delincuentes les exigieron una cantidad económica por el traslado, una deuda que saldaban prostituyéndose en clubes con los que contaba la red.
En los registros se han hallado agendas con anotaciones de deudas de las mujeres que trabajaban en el local, resguardos de envíos de dinero, billetes de avión y otros documentos, además de un vehículo de alta gama, alrededor de 6.000 euros y tres ordenadores portátiles.
Otras diez personas están detenidas por infracción a la Ley de Extranjería.
Los agentes han practicado registros en tres clubes: dos en Palencia y uno en Pontevedra, además de un cuarto registro en un domicilio particular de la misma provincia gallega.
Los arrestados captaban a las mujeres principalmente en Paraguay y les ofrecían venir a España prometiéndoles grandes ingresos de dinero a través de la prostitución.
Las mujeres eran obligadas a prostituirse en sus locales durante un mínimo de tres meses, aunque ya estuviera pagada la deuda contraída con la organización.
Para no levantar sospechas, los detenidos organizaban el traslado de las mujeres a través de una agencia ubicada en la ciudad de Asunción (Paraguay), como si se tratara de un viaje turístico, con billetes de ida y vuelta, para un periodo de entre diez días y dos semanas.
La agencia contrataba vuelos con itinerarios como Asunción - Sao Paulo - Londres - República Checa, con desplazamientos en autobús hasta Viena, avión de nuevo hacia Barcelona, autobús hasta Madrid y finalmente el trayecto a Burgos, donde eran recogidas por otros miembros de la red.
De esta forma, visitando terceros países antes de llegar a España, los delincuentes pretendían no ser detectados por las fuerzas de seguridad.
Las investigaciones de la que es la segunda operación contra la trata de blancas en 48 horas comenzaron el pasado mes de marzo en Zamora, a raíz de las denuncias de dos mujeres que presuntamente fueron trasladadas desde Paraguay hasta España por los integrantes del grupo.
Los delincuentes les exigieron una cantidad económica por el traslado, una deuda que saldaban prostituyéndose en clubes con los que contaba la red.
En los registros se han hallado agendas con anotaciones de deudas de las mujeres que trabajaban en el local, resguardos de envíos de dinero, billetes de avión y otros documentos, además de un vehículo de alta gama, alrededor de 6.000 euros y tres ordenadores portátiles.
