Rodrigo Amo González fue incinerado y Julio Martínez da Silva, enterrado en la parroquia de San Pedro de Sárdoma

Dolor e impotencia en las despedidas en Vigo a los dos brigadistas fallecidos

Responsables de la Xunta acuden a los funerales.
Los dos fallecidos el pasado jueves en Fornelos de Montes fueron despedidos en Vigo. Familiares y amigos de Rodrigo Amo González, le dieron el último adiós en el tanatorio vigués de Pereiró ayer por la mañana. Hasta las instalaciones de Emorvisa se aproximaron numerosas personas para manifestar su apoyo a la familia del fallecido, un vecino de Nigrán de 35 años. Sobre las 12.30 horas se celebró una misa en la capilla del propio tanatorio, ubicado en Pereiró, y posteriormente se procedió a la incineración del cuerpo.
Entre los asistentes, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los conselleiros de Medio Rural y Presidencia, Samuel Juárez y Alfonso Rueda, respectivamente, que acudieron a Pereiró, tanatorio al que también se acercó el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, y el subdelegado en Pontevedra, Delfín Fernández. Juntoa ellos también estuvo el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa.
También también hicieron acto de presencia en las instalaciones el secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, los alcaldes de Nigrán y Vigo, Efrén Juanes y Abel Caballero, la senadora del PSOE Carmela Silva, y las diputadas del PSdeG Carmen Gallego y María José Caride.

Sepelio en Sárdoma
Por su parte, los restos del otro fallecido, Julio Martínez da Silva, se velaron en el tanatorio Vigo Memorial. Al lugar se acercaron por la mañana el secretario del partido socialista, Manuel Vázquez; delegado del Gobierno, Antón Louro; el subdelegado, Delfín Fernández; el alcalde Abel Caballero y las ex-conselleiras María José Caride y Carmen Gallego, entre otros.
La comitiva fúnebre salió del tanatorio a las 17.30 horas para trasladarse hasta la iglesia parroquial de San Pedro de Sárdoma, donde se celebraron los funerales de cuerpo presente y acto seguido se procedió al entierro, lugar donde volvieron a coincidir los representantes políticos locales y autonómicos.
Las causas de la muerte de los dos brigadistas pudo deberse a la desorientación causado por una racha de viento, así lo recoge el informe de la Xunta sobre los hechos. El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, indicó en una conferencia de prensa, que los dos agentes sufrieron probablemente el efecto de un “cambio súbito” en las condiciones del viento, que les llevó a desorientarse de manera que partieron “hacia otro lado” y por ello perdieron el contacto con sus compañeros.

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