La comisión ejecutiva del Eixo Atlántico se reunió ayer en sesión extraordinaria para abordar la limitación de la movilidad en la Eurorregión, provocada por las distintas medidas adoptadas por el gobierno luso. Una de ellas, la del pago en las autovías, antiguas Scut portuguesas, sigue siendo un problema sin resolver pese a llevar más de medio año en vigor y que está provocando muchas pérdidas en sectores como el transporte o el turismo.
El principal obstáculo constatado por el comité del Eixo fue la caída de flujo de visitantes de Galicia ante la 'inseguridad' que ha generado no la medida en sí sino la forma de pago. 'Mientras en Portugal es un asunto ya solucionado, no lo está fuera del país', explicó el presidente del organismo y alcalde vigués Abel Caballero, tras la reunión. Esa inseguridad se ha constatado 'sociológicamente', añadió, por lo que en la reunión se acordó solicitar, en una próxima entrevista con el ministro de Transportes luso, una moratoria en el cobro de peajes hasta que el gobierno acuerde una fórmula de pago.
Según explicó el secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, no se trata de hacer distinciones entre países, algo que sería ilegal, sino que 'mientras no concluya la investigación abierta por la CE tras la denuncia de los empresarios tanto gallegos como lusos por la forma de pago, no se hagan efectivas las multas'.
Vázquez Mao confirmó algo que corroboró también Caballero y es que de hecho esa moratoria en la práctica se está llevando a cabo puesto que no se tiene constancia de que se hayan puesto multas hasta el momento. No obstante, la inseguridad, dicen, existen, y está afectando de manera muy importante a la propia economía portuguesa.
El secretario general del Eixo Atlántico recordó que desde la implantación del cobro de peajes se produjo una reducción de la actividad económica, principalmente en el sector de turismo y restauración en todo el Norte de Portugal de un 20 por ciento, mientras que las estimaciones de la compañía Repsol sobre la reducción de consumo de carburantes entre las estaciones de servicio alrededor de la frontera Tui-Valença se cifra en un 10 por ciento.
ALTERNATIVAS
El Eixo ya propuso en su momento fórmulas para solucionar la forma de pago en las autovías, una de ellas sería de la unificación de los aparatos de cobro entre Galicia y Portugal, la otra, la viñeta, similar a la que se utiliza en otros países de la Unión Europea. El principal problema es que los lectores de los dispositivos que se utilizan en Portugal para que los conductores lusos hagan frente al pago no reconocen las matrículas españolas y, por lo tanto, a día de hoy son incompatibles.
Según explicó el secretario general del Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, no se trata de hacer distinciones entre países, algo que sería ilegal, sino que 'mientras no concluya la investigación abierta por la CE tras la denuncia de los empresarios tanto gallegos como lusos por la forma de pago, no se hagan efectivas las multas'.
Vázquez Mao confirmó algo que corroboró también Caballero y es que de hecho esa moratoria en la práctica se está llevando a cabo puesto que no se tiene constancia de que se hayan puesto multas hasta el momento. No obstante, la inseguridad, dicen, existen, y está afectando de manera muy importante a la propia economía portuguesa.
El secretario general del Eixo Atlántico recordó que desde la implantación del cobro de peajes se produjo una reducción de la actividad económica, principalmente en el sector de turismo y restauración en todo el Norte de Portugal de un 20 por ciento, mientras que las estimaciones de la compañía Repsol sobre la reducción de consumo de carburantes entre las estaciones de servicio alrededor de la frontera Tui-Valença se cifra en un 10 por ciento.
ALTERNATIVAS
El Eixo ya propuso en su momento fórmulas para solucionar la forma de pago en las autovías, una de ellas sería de la unificación de los aparatos de cobro entre Galicia y Portugal, la otra, la viñeta, similar a la que se utiliza en otros países de la Unión Europea. El principal problema es que los lectores de los dispositivos que se utilizan en Portugal para que los conductores lusos hagan frente al pago no reconocen las matrículas españolas y, por lo tanto, a día de hoy son incompatibles.
