Stratos Kostazos dice que 'todo estaba fatal' en el petrolero cuando le pasó el mando a Mangouras

Un excapitán avisó del peligro que representaba el 'Prestige'

Imagen del circuito televisivo de la sala que muestra a Kostazos y Mangouras (abajo) en el juicio. (Foto: CABALAR)
El excapitán del 'Prestige' Stratos Kostazos advirtió durante el traspaso del mando a Apostolos Mangouras de que el buque 'estaba muy fatigado y podía romperse', como finalmente ocurrió en noviembre de 2002 causando la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España. Durante su declaración en el juicio que se desarrolla en A Coruña por la causa del 'Prestige', Kostazos describió las deficiencias que el buque tenía cuando lo recepcionó: problemas en la caldera, con el sistema de máquinas, abolladuras en la cubierta, fisuras y fugas de agua.
'Los tanques estaban muy corrosionados. Más de lo normal', señaló Kostazos, que aseguró que 'todo estaba fatal'. De hecho, sin salir siquiera del puerto griego de Kalamata, el 'Prestige' ya provocó un vertido por el que recibió la primera advertencia de las autoridades, recordó.

El excapitán aceptó el mando del barco con la promesa de que estas deficiencias serían subsanadas en sus paradas en Gibraltar y San Petesburgo, pero explicó que no las recogió en su informe para 'proteger a la armadora'.


PELIGROSO PARA NAVEGAR

Tras constatar que el buque 'no era fiable' -era 'peligroso' para navegar-, el 13 de septiembre Kostazos decidió abandonar el Prestige, cuya capitanía fue traspasada a Mangouras, a quien advirtió de que 'el buque estaba muy fatigado y podía romperse'. 'Les dije que tuvieran mucho cuidado', insistió ante el tribunal, y afirmó que se arrepintió de no haber abandonado el buque antes. 'El buque no estaba seguro para viajar', sentenció el excapitan.

Asimismo, comentó que los controles realizados por la propia tripulación sobre el estado del barco no eran válidos en un 90 por ciento. 'No me sorprendió nada', declaró también sobre el accidente del buque ocurrido el día 13 de noviembre de 2002 frente a las costas gallegas.

El juicio por la catástrofe del 'Prestige' arrancó el pasado mes de noviembre y en él están acusados el capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, de 77 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia, los mismos delitos que se les imputan a otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial y en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.

En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis López-Sors, por aquel entonces director general de la Marina Mercante cuando Francisco Álvarez-Cascos dirigía el Ministerio de Fomento, que está acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días y que extendió el vertido de fuel desde la comunidad autónoma gallega por todo el Cantábrico hasta las costas francesas.

El Ministerio Público español reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del barco indemnizaciones por los daños causados que suman 4.328 millones de euros.

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