Ribeira. Ayer por la mañana. Alberto Núñez Feijóo saca pecho por sus años de gestión. 'Hoy Galicia paga y Cataluña pide', proclama mientras reitera que la Xunta no va a acudir al fondo de liquidez del Estado como ha hecho la Generalitat.
'No es lo mismo pedir dinero que abonar los pagos pendientes y las facturas corrientes como hace Galicia', abunda el presidente. 'Galicia va seguir siendo la comunidad más solvente de España'. Muestra sus respetos por la decisión de Artur Mas, pero reprocha que 'de la misma forma que Galicia no es un problema para el Estado de las Autonomías, sí hay otras comunidades que ponen en discusión ese Estado'.
Lugo. Ayer por la mañana. El alcalde, Xosé Clemente López Orozco, desdice las palabras de Núñez Feijóo, como antes habían hecho otros regidores, los constructores gallegos y proveedores de la Xunta que llevan meses a la espera de que le abonen las facturas. 'Feijóo le debe a los lucenses casi dos millones de euros por no abonar el IBI del hospital, 300.000 el Instituto Galego da Vivenda e Solo y otro tanto de Xestur. Porque no se puede embargar un TAC al hospital, que sino lo haría', bromea Orozco ante los impagos de la Xunta, al tiempo que enumera una 'larga lista de incumplimientos con Lugo, como el auditorio, el cuartel de San Fernando, el Plan Paraday o la ronda Este, por poner ejemplos'.
CONCELLOS Y CONSTRUCCIÓN
'Eu insisto en que o rexistro de facturas da Xunta de Galicia acredita que os concellos que saíron nun medio de comunicación teñen pagadas todas as súas facturas. Se non é así, supoño que o rexistro de facturas da Xunta e o tesouro terán que rectificar', afirmó Feijóo el pasado mes de junio tras denunciar en este diario los alcaldes socialistas de Ares y Castrelo do Val y los populares de Xinzo, Boqueixón y A Lama (en declaraciones a Europa Press) que el Gobierno gallego tenía pendiente transferencias de 2011. Los alcaldes populares recibieron un tirón de orejas por la denuncia pública, pero al día siguiente de las declaraciones de Feijóo, el Concello de Ares desdijo al presidente gallego con un documento firmado por el secretario-interventor, Manuel Larrosa Rodríguez, y con el visto bueno del alcalde, Julio Ignacio Iglesias: 'Según datos obrantes na Administración Municipal ao meu cargo, consta que a día de hoxe non foron recibidas as aportacións das subvencións que deseguido se sinalan, as cales foron debidamente certificadas, recepcionadas e xustificadas; habendo sido abonadas íntegramente por este concello'. El total de la deuda pendiente ascendía a '260.000 euros'.
Los constructores gallegos también denunciaron públicamente en ese mes las facturas que le adeudaba el Gobierno gallego: 'De los datos obtenidos de las empresas pertenecientes a la Federación Gallega de la Construcción, la deuda de la Xunta de Galicia con dichas empresas asciende a 12,3 millones de euros en el año 2011 y 19 millones de euros en el año 2012'. La deuda ascendía a un total de 31,3 millones de euros. Los farmacéuticos también sufrieron retrasos en el cobro en el mes de julio.
Mientras ayer en Ribeira el presidente gallego incidía en que 'Galicia ni pidió un euro en los primeros 35.000 millones que puso a disposición el Ministerio de Economía ni ahora necesita dinero para seguir trabajando', el alcalde de Lugo reclamaba dos millones de euros y hay proveedores, según ha podido saber este diario, que llevaban más de medio año esperando a que la Xunta les pague.
Lugo. Ayer por la mañana. El alcalde, Xosé Clemente López Orozco, desdice las palabras de Núñez Feijóo, como antes habían hecho otros regidores, los constructores gallegos y proveedores de la Xunta que llevan meses a la espera de que le abonen las facturas. 'Feijóo le debe a los lucenses casi dos millones de euros por no abonar el IBI del hospital, 300.000 el Instituto Galego da Vivenda e Solo y otro tanto de Xestur. Porque no se puede embargar un TAC al hospital, que sino lo haría', bromea Orozco ante los impagos de la Xunta, al tiempo que enumera una 'larga lista de incumplimientos con Lugo, como el auditorio, el cuartel de San Fernando, el Plan Paraday o la ronda Este, por poner ejemplos'.
CONCELLOS Y CONSTRUCCIÓN
'Eu insisto en que o rexistro de facturas da Xunta de Galicia acredita que os concellos que saíron nun medio de comunicación teñen pagadas todas as súas facturas. Se non é así, supoño que o rexistro de facturas da Xunta e o tesouro terán que rectificar', afirmó Feijóo el pasado mes de junio tras denunciar en este diario los alcaldes socialistas de Ares y Castrelo do Val y los populares de Xinzo, Boqueixón y A Lama (en declaraciones a Europa Press) que el Gobierno gallego tenía pendiente transferencias de 2011. Los alcaldes populares recibieron un tirón de orejas por la denuncia pública, pero al día siguiente de las declaraciones de Feijóo, el Concello de Ares desdijo al presidente gallego con un documento firmado por el secretario-interventor, Manuel Larrosa Rodríguez, y con el visto bueno del alcalde, Julio Ignacio Iglesias: 'Según datos obrantes na Administración Municipal ao meu cargo, consta que a día de hoxe non foron recibidas as aportacións das subvencións que deseguido se sinalan, as cales foron debidamente certificadas, recepcionadas e xustificadas; habendo sido abonadas íntegramente por este concello'. El total de la deuda pendiente ascendía a '260.000 euros'.
Los constructores gallegos también denunciaron públicamente en ese mes las facturas que le adeudaba el Gobierno gallego: 'De los datos obtenidos de las empresas pertenecientes a la Federación Gallega de la Construcción, la deuda de la Xunta de Galicia con dichas empresas asciende a 12,3 millones de euros en el año 2011 y 19 millones de euros en el año 2012'. La deuda ascendía a un total de 31,3 millones de euros. Los farmacéuticos también sufrieron retrasos en el cobro en el mes de julio.
Mientras ayer en Ribeira el presidente gallego incidía en que 'Galicia ni pidió un euro en los primeros 35.000 millones que puso a disposición el Ministerio de Economía ni ahora necesita dinero para seguir trabajando', el alcalde de Lugo reclamaba dos millones de euros y hay proveedores, según ha podido saber este diario, que llevaban más de medio año esperando a que la Xunta les pague.
