Feijóo y su calculadora trucada

.
Como si se tratase de homónimos (palabras con la misma grafía pero distinto significado), el Gobierno de Feijóo maneja los números para que avalen su gestión, ya sea déficit, cifras de paro o listas de espera. Para dulcificar el compromiso de déficit, el presidente gallego decidió adelantar el cierre del ejercicio de 2011 al mes de septiembre y no admitió más compromisos de gasto. Las últimas cuentas gestionadas enteramente por el bipartito, en 2008, se cerraron el 15 de diciembre. Sin embargo, en 2009 el PP adelantó la fecha al 13 de noviembre; en 2010, al 15 de octubre; y en 2011, al 30 de septiembre.
Y no es que lo haya denunciado Pachi Vázquez por interés electoral, sino que apareció publicado en el DOG y lo reconoció también Almudena Chacón, interventora xeral de la Xunta, en comisión parlamentaria: 'A orde de peche, que se publica cada ano, é un instrumento habitual en todas as administracións para ordear as operacións de pechamento de exercicio e garantir o cumprimento do obxectivo de estabilidade orzamentaria. Non implica deixar de pagar, senón garantir que se paga o comprometido e que non se inician novos expedientes de gasto, agás partidas prioritarias como universidades, Risga, comedores e transportes escolares, farmacia hospitalaria, receitas ou asistencia xurídica'. Es decir, Feijóo gobernó durante tres meses con el freno de mano echado, como se le escapó al alcalde de A Lama, el popular Jorge Canda: 'Feijóo cerró el grifo en septiembre, dejó de pagar a los concellos y nos dejó colgados'.


EL PARO Y LA CLAVE S-689

La gran baza electoral de Feijóo será que Galicia es la comunidad que más se acercó al objetivo de déficit, superando en un punto el 1,5% fijado, pero la deuda pública se ha disparado. Se ha pasado de 4.842 millones en 2009 (8,8% del PIB), cuando Feijóo llegó a la Xunta, a 7.855 millones previstos para 2012 (13,7% del PIB). El propio Ejecutivo estima que la deuda en 2014 ascenderá a 9.497 millones (16% del PIB).

El talón de aquiles de la gestión de Feijóo es el número de parados. En mayo de 2009 en Galicia había 207.000 parados apuntados. En tres años hay registrados 71.000 desempleados más. El presidente, el mismo que como candidato prometía solucionar el problema con un guiño de ojos, se ha encontrado con que los datos del paro ahora lo apuntan a él. Y el PSdeG cree que incluso puede ser mayor el número de desempleados.

El diputado Xavier Carro denunció el año pasado en el Congreso un'maquillaje de las cifras' a través de la clave S-698, que solo se utiliza en Galicia. Se aplica a los menores de 30 años, sobre todo a los que todavía no han entrado en el mercado laboral, 'para sacarlos de la lista', afirma Miguel Fernández, secretario de sanidad y portavoz de empleo del PSdeG. Si alguien está recibiendo un curso de formación del Inem se puede sacar de la lista porque es remunerado.


MANERA DE PROCEDER

'Pero la Xunta ofrece a los jóvenes un curso de orientación de un solo día sin remunerar y automáticamente los suprimen de la lista. Si antes de la encuesta mensual o trimestral te dedicas a llamar a 400 o 500 personas para darles una charla de orientación y automáticamente desaparecen de la lista, pues ya está hecho el apaño', explica Fernández. Enrique Negueruela, secretario de empleo del PSdeG y experto en mercado laboral, aporta un ejemplo: 'La afiliación a la Seguridad Social de menores de 30 años ha caído un 60% y sólo hay un 2% más de parados. No cuadran las cifras. La única manera de explicarlo es una guerra'. Beatriz Mato, conselleira de Traballo e Benestar, reconoció en el Parlamento la existencia de la referida clave, matizando que es una clasificación interna y que los parados no pierden derechos. El PSdeG le da la razón en cuanto a los derechos, pero reclama saber 'cuántas personas están en ese limbo'.


PRIORIDAD 1 Y 2

Miguel Fernández, además de dediputado, ejerce como médico en la UCI del Hospital Lucus Augusti. Ha sido jefe del servicio de urgencias con el PP, ha trabajado 'a gusto', pero desde su experiencia denuncia que los populares 'siempre han maquillado las listas de espera'. Cuando Feijóo llegó a la Xunta se creó la lista de espera estructural, que es la que se publica, y la no estructural. 'El departamento de admisión llama a los pacientes que esperan por una cirugía y le preguntan si quieren operarse en un centro concertado'. Tanto si el enfermo acepta como si rechaza la intervención, 'automáticamente pasa a la lista no estructural, que no se publica, con el agravante de que la normativa dice que no puedes retirarlo hasta que es intervenido. Lo más grosero es que se hace en bandadas, justo en la última parte del trimestre en el que se van a publicar los datos', denuncia Fernández.

'Feijóo es muy listo, dice abiertamente que no le importa que la gente tenga que esperar un poco más para ser operado ya que lo que le importa es que el paciente con dolencias graves no tenga que esperar', reconoce este médico. Así, el PP añadió la prioridad 1 y 2 según la gravedad de la enfermedad. La Xunta afirma que la espera para pacientes con patologías muy graves está entre 10 y 16 días y para la prioridad 2 es de 82, según datos del 31 de marzo de 2012, aunque el objetivo era rebajarla a 60 días. Durante el bipartito había una sola lista para cirugías y en marzo de 2009 la espera era de 71 días.

Te puede interesar