La Xunta de Galicia aprobó ayer iniciar un proyecto piloto de flexibilidad horaria y teletrabajo por el que los empleados públicos podrán realizar parte de su labor desde casa, hasta un máximo de dos jornadas a la semana. Esta experiencia, que se iniciará en los servicios centrales de la Asesoría Jurídica de la Xunta y tendrá una duración de tres meses, se enmarca dentro del Proyecto Kronos, a través del que se acredita digitalmente a los trabajadores públicos y se controla su horario.
En concreto, en el caso de la flexibilidad horaria, los empleados públicos podrán acogerse a un horario que constará de dos partes: una fija de 09,00 a 14,00 horas, y otra variable, en la cual el tiempo de la jornada laboral no cumplido deberá completarse entre las 07,00 y las 09,00 horas o entre las 14,00 y las 20,00 horas.
En cuanto al teletrabajo, el máximo de jornadas a realizar de esta manera será de dos a la semana. El teletrabajador tendrá que estar disponible durante todo su horario, con el correo corporativo activado y un teléfono móvil, y se podrá requerir su presencia en las dependencias administrativas por necesidades del servicio.
Tanto en el caso del teletrabajo como de la flexibilidad horaria, que serán incompatibles entre sí, el horario a cumplir serán las 37,5 horas semanales que marca la ley. Actualmente, 3.000 empleados públicos hace uso de la tarjeta inteligente del Programa Kronos que los acredita digitalmente y que regula el control horario puesto en marcha en abril del año pasado.
EVALUACIÓN DE LA EFICACIA
Los órganos de los que depende la puesta en marcha del proyecto, la Dirección Xeral de Avaliación Administrativa y la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), evaluarán la eficacia de estas medidas para analizar su extensión al resto del personal administrativo. Conforme apuntó la Xunta, la flexibilidad horaria ya se está desarrollando en 'un buen número de estados de la Unión Europea' y 'contribuye a una mejor organización del trabajo, al favorecer la calidad del servicio y facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de los trabajadores'.
En cuanto al teletrabajo, el máximo de jornadas a realizar de esta manera será de dos a la semana. El teletrabajador tendrá que estar disponible durante todo su horario, con el correo corporativo activado y un teléfono móvil, y se podrá requerir su presencia en las dependencias administrativas por necesidades del servicio.
Tanto en el caso del teletrabajo como de la flexibilidad horaria, que serán incompatibles entre sí, el horario a cumplir serán las 37,5 horas semanales que marca la ley. Actualmente, 3.000 empleados públicos hace uso de la tarjeta inteligente del Programa Kronos que los acredita digitalmente y que regula el control horario puesto en marcha en abril del año pasado.
EVALUACIÓN DE LA EFICACIA
Los órganos de los que depende la puesta en marcha del proyecto, la Dirección Xeral de Avaliación Administrativa y la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), evaluarán la eficacia de estas medidas para analizar su extensión al resto del personal administrativo. Conforme apuntó la Xunta, la flexibilidad horaria ya se está desarrollando en 'un buen número de estados de la Unión Europea' y 'contribuye a una mejor organización del trabajo, al favorecer la calidad del servicio y facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de los trabajadores'.
