El grapo Martín Ponce acusa a Silva Sande de matar a dos guardias de seguridad Vigo y de violar a una compañera

Fernando Silva Sinda siguió la vista oral separado del resto de los imputados. (Foto: Sergio Barrenechea)
El dirigente de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) Marcos Martín Ponce acusó hoy a su antiguo compañero en la dirección del grupo terrorista Fernando Silva Sande --expulsado de la banda-- de matar a dos vigilantes de seguridad en Vigo el 8 de mayo de 2000 y herir a otras cuatro personas durante un atraco a un furgón blindado. Además lo acusó de la violación de una compañera.
Durante el juicio, que comenzó hoy en la Audiencia Nacional y en el que la Fiscalía solicita entre 12 y 155 años de prisión para siete miembros de los GRAPO (Fernando Silva Sande, Israel Torralba, Mónica Refojos, Esther González, Marcos Martín Ponce, el líder histórico de la organización, Manuel Pérez Martínez, 'camarada Arenas', y el jefe del aparato de falsificación de la banda, José Luis Elipe), Martín Ponce aseguró que el ex responsable militar Silva Sande creía que era un 'cowboy'.

'Le gustaba mucho tirar de las escopetas recortadas y agujerear a los guardias de seguridad', aseguró en respuesta a las preguntas efectuadas por la fiscal Ana Noé. 'Si le hubieran dejado hubiera acabado con el tercero de ellos', añadió.

Los hechos se produjeron a las 7.45 horas del citado día cuando los terroristas, dirigidos según el Ministerio Público por Silva Sande, colocaron cuatro cargas explosivas al paso de un furgón de la empresa Prosegur que circulaba por la carretera provincial en dirección a la Gran Vía de Vigo y que trasladaba fondos a la sede del Banco de España en Pontevedra.

Tras la parada del furgón blindado, los acusados abrieron fuego contra los guardias jurados Gonzalo Torres Lage y Jesús Sobral Otero, que murieron en el acto, y Manuel Espada Pérez, que resultó gravemente herido. Además, sufrieron lesiones otras tres personas que se encontraban en ese momento en el lugar de la explosión.

En su huída, los acusados abandonaron las tres bolsas de dinero que habían logrado extraer del furgón, ya que contenían moneda fraccionaria, así como tres artefactos explosivos. El atentado fue reivindicado por los GRAPO mediante un comunicado que remitieron a varios medios de comunicación de Vigo.

Según indicó Martín Ponce, la acción de Silva Sande 'colmó el vaso' de la paciencia de los GRAPO y desembocó en su expulsión del grupo terrorista. 'Se le aparta por la masacre que llevó a cabo', dijo y agregó que su expulsión 'le vino bien' ya que 'a la gente como él se la ejecuta directamente'.

Según el acusado, la motivación del ex grapo para proponer las muertes de los guardias de seguridad y llevarlas a cabo era 'escalar posiciones en la organización'. Por esto --añadió-- dijo a sus compañeros 'que había que matarlos para que no dieran problemas'.

ACUSA AL CAMARADA ARENAS

Por su parte Silva Sande negó la autoría de las muertes y apuntó al 'Camarada Arenas' como responsable último de los asesinatos. Reconoció, no obstante que como miembro de la 'comisión política' de los GRAPO conocía que la acción iba a realizarse.

Otro de los acusados, Israel Torralba asumió ante el tribunal presidido por el juez Alfonso Guevara la autoría intelectual del robo al furgón. 'Yo lo preparé y presenté a un grupo de responsables', dijo, a pesar de que se negó a revelar los nombres de los miembros del comando operativo porque no es 'un chivato'.

VIOLACIÓN DE UNA COMPAÑERA
Además, Martín Ponce, y la miembro de la organización terrorista Mónica Refojos, acusaron también al ex dirigente expulsado Fernando Silva Sande de violar en el año 2000 a una compañera de la organización.

La vista oral incluyó diversas alusiones a esta violación, mencionada en primer lugar por Refojos, y que provocó, según los dos citadas grapos, la salida de Silva Sande de la banda armada.

'Oí que le expulsaron por violar a una compañera', indicó Refojos durante su declaración ante el tribunal en respuesta a una pregunta sobre si conocía a Silva Sande. Martín Ponce aportó después más datos sobre la agresión sexual y concretó que la víctima fue la novia de Israel Torralba.

'Otras compañeras denunciaron sus abusos en 2002', agregó. Según Martín Ponce, Silva Sande prometía a las agredidas 'un puesto en la organización o las amenazaba con la expulsión si se negaban'.

Por su parte, la víctima de los abusos, que no quiso revelar ante la Sala si el agresor sexual fue Silva Sande, explicó al tribunal presidido por Alfonso Guevara que quedó embarazada después de la violación y se vio obligada a abortar. 'Llevo 10 años intentando olvidar lo sucedido', dijo.

Silva Sande siguió el juicio apartado del resto de sus antiguos compañeros en el interior de la sala de vistas y escoltado por dos policías uniformados. En varias ocasiones los otros acusados profirieron insultos en su contra.

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