Un guardia civil destinado en el Grupo de Reserva y Seguridad con base en Pontevedra, rescató ayer a dos mujeres en una playa del municipio pontevedrés de Poio. El agente, que se encontraba franco de servicio, disfrutaba de su día de descanso semanal en el arenal de Lourido cuando los usuarios de la zona alertaron de la peligrosa situación de una mujer que estaba bañándose y no era capaz de regresar a la orilla por sus propios medios.
Una amiga de la víctima requirió la ayuda del agente sin conocer su calidad de guardia civil, advirtiendo, en un 'importante estado de agitación y nerviosismo' de la situación de su compañera en el interior del mar.
Según explica la Guardia Civil, una fuerte resaca impedía que la mujer pudiera avanzar pese a sus intentos por nadar para alcanzar la orilla. El hombre de servicio decidió echarse al agua y, tras tranquilizar a la víctima, 'presa del estado de ansiedad lógico tras varios minutos de angustia', regresó con ella a la playa.
SEGUNDA MUJER
Poco después de llegar a tierra firme con la primera mujer, el agente de la guardia civil escuchó los gritos de auxilio de otra mujer cuyo cuerpo comenzaba ya a hundirse en el mar. El guardia civil volvió a lanzarse al agua y consiguió también alcanzar a esta segunda víctima y volver de nuevo a la playa con la mujer sana y salva.
Según explica la Guardia Civil, una fuerte resaca impedía que la mujer pudiera avanzar pese a sus intentos por nadar para alcanzar la orilla. El hombre de servicio decidió echarse al agua y, tras tranquilizar a la víctima, 'presa del estado de ansiedad lógico tras varios minutos de angustia', regresó con ella a la playa.
SEGUNDA MUJER
Poco después de llegar a tierra firme con la primera mujer, el agente de la guardia civil escuchó los gritos de auxilio de otra mujer cuyo cuerpo comenzaba ya a hundirse en el mar. El guardia civil volvió a lanzarse al agua y consiguió también alcanzar a esta segunda víctima y volver de nuevo a la playa con la mujer sana y salva.
