NAUFRAGIO

Marina Civil alerta del relajo en las normas de seguridad

photo_camera Supervivientes del naufragio (ESTEBAN COBO)

La búsqueda de los dos desaparecidos de "O Safrán" continúa en aguas del País Vasco Francés

El presidente de la Asociación Española de Marina Civil, José Antonio Madiedo, alertó ayer del "relajo" en las normas de seguridad, después de que se haya producido el accidente del buque pesquero 'O Safrán'. Este barco volantero con base en Celeiro (Lugo) se hundió a 35 millas al norte de San Sebastián y continúan desaparecidos dos marineros, de Viveiro y Burela.

Madiedo denuncia que van "más de una veintena de muertos este año" y advierte de que "no es fruto de la casualidad". "Esto es simplemente producto del relajo que se está produciendo en las normas de seguridad y aquí incluimos desde el diseño del barco hasta inspecciones, la formación de la tripulación y las gravísimas reducciones de estas tripulaciones", asegura.

Así, pone en duda la versión de que el accidente fue fruto de un "golpe de mar", y lo niega en base a que "los barcos tienen que estar preparados para soportar los golpes de mar". "Cuando en un caladero hay cincuenta barcos pescando y solo afecta a uno, ese argumento del golpe de mar no es válido. Hay otros problemas. Este tipo de barco, como el que sufrió el accidente, es relativamente nuevo, es muy difícil que tenga una vía de agua por la que penetre tal volumen que produzca ese vuelco y ese hundimiento", relata.

Madiedo pide "al gobierno, a los responsables de seguridad marítima y a la comisión de investigación de accidentes, cuyo papel no es cargar siempre sobre los marineros o los patronos", que pongan "al descubierto a los responsables del mal diseño del barco, del mal mantenimiento del barco, al abuso que supone mantener a la gente pescando en unas condiciones de sacrificio y de esfuerzo personal que no tiene ningún sentido".

Mientras tanto, un avión se unió ayer a las labores de búsqueda de los dos pescadores desaparecidos. Según informó un portavoz de la prefectura marítima del Atlántico, la zona de búsqueda se sitúa a 72 kilómetros al noroeste de Bayona, en el País Vasco francés.

Por su parte, los cuatro supervivientes presentaron declaración por escrito en la Capitanía Marítima de Burela (Lugo), en una investigación de la que se hizo cargo la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim).

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