La cifra de denuncias presentadas en relación con la trata de mujeres con fines de explotación sexual 'hacen dudar de que represente la verdadera magnitud del problema'. Esta apreciación se desprende del informe de la demarcación de Galicia de la Guardia Civil sobre el tráfico seres humanos con fines de explotación sexual, remitido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que dirige Carlos Varela, en el marco del protocolo de actuación puesto en marcha ya en 2010 de forma conjunta entre la Fiscalía Superior y la Secretaría Xeral de Igualdade de la Xunta, dirigida por Susana López Abella.
Varela dio cuenta de que la Guardia Civil identificó en 2011 un total de 605 víctimas de prostitución en locales de alterne (580 extranjeras y 25 españolas), a las que se considera víctimas, aunque no se puede deducir que todas lo sean de tráfico con fines de explotación sexual. De esta cifra, 382 ejercerían la prostitución en la provincia de A Coruña, 138 en la de Ourense, 51 en Pontevedra y 34 en la de Lugo.
Según los datos del instituto armado, el 80 por ciento de las mujeres que se prostituyen en Galicia lo hacen en los clubes de carretera, mientras que el 20 por ciento restante lo hace en pisos privados, en sus propias viviendas o como acompañantes de lujo. La modalidad de prostitución de calle es la más escasa.
EL 95%, EXTRANJERAS
Estas cifras tan pequeñas en la demarcación de la Guardia Civil, señala el informe, 'contrastan' con el hecho de que en Galicia existan mas de un centenar de establecimientos dedicados a la prostitución, en los que 'trabajan' varios centenares de personas, principalmente mujeres extranjeras (mas del 95%) en condiciones de 'precariedad profesional'.
Por su parte, la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, en aplicación del protocolo, investigó en Galicia en 2011 un total de 10 casos de tráfico y explotación sexual de mujeres, con varias víctimas en cada caso. En contraposición a estas cifras, en el período 2010-2011 y en el marco del protocolo mencionado, las ONG gallegas atendieron a 6.173 mujeres víctimas de la prostitución, de las que 2.632 estaban en Pontevedra, 2.114 en A Coruña, 1.069 en Ourense y 358 en Lugo.
Según explicó Carlos Varela, los traficantes de origen español suelen ser hombres que regentan más de un club y que tienen escaso patrimonio a su nombre, dado que normalmente se esconden tras una sociedad limitada de la que tampoco aparecen como administradores. Con frecuencia, sus establecimientos figuran registrados como locales de hostelería o cafeterías en la Secretaría Xeral de Turismo.
Los traficantes de origen extranjero que actúan en Galicia presentan una variedad de nacionalidades que van desde rumanos a colombianos, pasando por chinos, uruguayos, portugueses o nigerianos. .
Las víctimas de trata de mujeres con fines de explotación sexual en Galicia proceden sobre todo de Brasil, Colombia y República Dominicana. Dentro de Europa, Rumanía es origen de la mayor parte de las mujeres explotadas (el 72 por ciento de las europeas).
Según los datos del instituto armado, el 80 por ciento de las mujeres que se prostituyen en Galicia lo hacen en los clubes de carretera, mientras que el 20 por ciento restante lo hace en pisos privados, en sus propias viviendas o como acompañantes de lujo. La modalidad de prostitución de calle es la más escasa.
EL 95%, EXTRANJERAS
Estas cifras tan pequeñas en la demarcación de la Guardia Civil, señala el informe, 'contrastan' con el hecho de que en Galicia existan mas de un centenar de establecimientos dedicados a la prostitución, en los que 'trabajan' varios centenares de personas, principalmente mujeres extranjeras (mas del 95%) en condiciones de 'precariedad profesional'.
Por su parte, la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, en aplicación del protocolo, investigó en Galicia en 2011 un total de 10 casos de tráfico y explotación sexual de mujeres, con varias víctimas en cada caso. En contraposición a estas cifras, en el período 2010-2011 y en el marco del protocolo mencionado, las ONG gallegas atendieron a 6.173 mujeres víctimas de la prostitución, de las que 2.632 estaban en Pontevedra, 2.114 en A Coruña, 1.069 en Ourense y 358 en Lugo.
Según explicó Carlos Varela, los traficantes de origen español suelen ser hombres que regentan más de un club y que tienen escaso patrimonio a su nombre, dado que normalmente se esconden tras una sociedad limitada de la que tampoco aparecen como administradores. Con frecuencia, sus establecimientos figuran registrados como locales de hostelería o cafeterías en la Secretaría Xeral de Turismo.
Los traficantes de origen extranjero que actúan en Galicia presentan una variedad de nacionalidades que van desde rumanos a colombianos, pasando por chinos, uruguayos, portugueses o nigerianos. .
Las víctimas de trata de mujeres con fines de explotación sexual en Galicia proceden sobre todo de Brasil, Colombia y República Dominicana. Dentro de Europa, Rumanía es origen de la mayor parte de las mujeres explotadas (el 72 por ciento de las europeas).
