Rafael Silva, director gerente del policlínico La Rosaleda, recuerda la noche más trágica de Galicia

'Los médicos que estaban de vacaciones se incorporaron'

Los teléfonos móviles y las escenas de dolor fueron dos de las constantes en el Pabellón  Multiusos Fonte do Sar de Santiago. (Foto: KOTÉ RODRIGO)
Lafael Silva es director gerente del Pliclínico La Rosaleda. A persar de su experiencia y dilatada trayectoria profesional, nunca se había encontrado con una situación como la que aconteció la noche del 24 de julio en Compostela. El descarrilamiento de un tren que puede cobrarse a más de 80 vidas, no ha dejado indiferente a nadie, ni a los profesionales de la salud ni a la ciudadanía, que mostró su solidaridad de una manera pasmosa.
A las horas de ocurrir la tragedia en la entrada de Santiago llegó al policlínico doce pacientes con los que hubo que ocuparse a fondo para salvar su vida a pesar de tener todo el despositivo dispuesto. 'Todo el personal, tanto los que estaban de vacaciones como los que no estaban de turno se presentaron en la clínica', afirma Rafael Silva, conciente de que ante una clase de este tipo de accidentes pesa más la voluntad colectiva que la individual.

A lo largo de la noche en el Policlínico La Rosaleda ingresaron 18 pacientes que tuvieron las manos suficientes para ser atendidos. 'Además del personal del centro, también aparecieron muchos médicos que estaban aquí de vacaciones para echar una mano, como de la India o de Latinoamérica', reconoce Silva.

Los 7 quirófanos pudieron trabajar a pleno rendimiento par asistir a los pacientes que ingresaron en el centro, que atendió también a dos ourensanos. En las puertas de La Rosaleda también se arracimó en la noche de anteayer un buen puñado de gente con el objetivo de donar sangre, aunque fueron derivados a los puntos designados para tal fin.

La noche fue intensa en La Rosaleda y España demostró que cuenta con una sanidad de calidad. El día también se presentó revuelto, máxime cuando por la tarde en el Policlínico La Rosaleda, recibió la visita de los reyes de España para interesarse por los pacientes. 'La visita duró unos 45 minutos y se preocuparon por la situación personal de cada paciente', confirma Rafael Silva. Los reyes estuvieron acompañados por Gerardo Fernández Albor, expresidente de la Xunta de Galicia.

La respuesta ciudadana ante una tragedia de estas magnitudes ha sido total en la capital gallega. Así, el Centro de Transfusiones de Galicia (CTG) informó ayer a media mañana de que las necesidades de sangre estaban cubiertas a corto plazo, e instaron a acudir a realizar las donaciones de forma 'más gradual'. La noche antes, la institución había realizado un llamamiento a la población para que donase sangre una vez que se conoció la fatal noticia. Según explicaron en un comunicado, en la mañana de ayer jueves la reserva de sangre de la que se dispone 'es suficiente' para atender a todos los pacientes. El Centro de Transfusiones también quiso agradecer a la ciudadanía 'la generosa colaboración prestada a la hora de donar sangre' ante el llamamiento tras el accidente ferroviario.

El conselleiro de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, aseguró ayer que el operativo que se encarga de las autopsias por el accidente del tren prevé que 'a lo largo del día' queden identificados 'sino todos, la inmensa mayoría' de los 80 fallecidos recuperados hasta el momento, aunque ha puntualizó que no se puede descartar que se registren más víctimas mortales puesto que prosiguen 'los trabajos de rescate'.

De los 178 pacientes heridos en el accidente ferroviario de ayer a las puertas de Compostela, 95 permanecen ingresados en el Hospital Clínico, entre ellos uno de los dos maquinistas asistidos.

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