El vecino de la localidad pontevedresa de Tirán, en el municipio de Moaña, que se entregó a la Guardia Civil tras encañonar con una escopeta a un agente de la Policía Local pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Cangas, en funciones de guardia, que decidió su ingreso en la Unidad de Psiquiatría del hospital Nicolás Peña de Vigo.
El hombre, J.J.T.C. de 54 años de edad, fue examinado por el forense y, de acuerdo con el fiscal, el juzgado decidió que esta persona en estos momentos es 'inimputable', pues actualmente no es consciente de lo que puede suponer un proceso penal. Por ello, ordenó su ingreso en el centro sanitario.
Por el momento permanecerá ingresado en dicha unidad psiquiátrica y el juzgado quedará a la espera de que reciba el alta y su capacidad volitiva le permita entender lo que supone un proceso penal contra él, puesto que, de lo contrario, podría haber indefensión. El acusado acudió a los juzgados tras haber sido detenido el lunes, cuando amenazó con un arma a su propio hermano y a un agente de la Policía, tras lo que huyó durante varias horas y, finalmente, se entregó gracias a la actuación de un mediador de la Guardia Civil.
Los hechos tuvieron lugar cuando había accedido a una casa denominada finca de Castro Viejo, en la que produjo con su acción numerosos daños materiales. El sospechoso había amenazado con una escopeta a su hermano, siendo el motivo del altercado un problema grave de convivencia.
Ambos compartían la vivienda y, por causa de una antigua rencilla, el hermano amenazado le había cambiado la cerradura de la puerta.
Por el momento permanecerá ingresado en dicha unidad psiquiátrica y el juzgado quedará a la espera de que reciba el alta y su capacidad volitiva le permita entender lo que supone un proceso penal contra él, puesto que, de lo contrario, podría haber indefensión. El acusado acudió a los juzgados tras haber sido detenido el lunes, cuando amenazó con un arma a su propio hermano y a un agente de la Policía, tras lo que huyó durante varias horas y, finalmente, se entregó gracias a la actuación de un mediador de la Guardia Civil.
Los hechos tuvieron lugar cuando había accedido a una casa denominada finca de Castro Viejo, en la que produjo con su acción numerosos daños materiales. El sospechoso había amenazado con una escopeta a su hermano, siendo el motivo del altercado un problema grave de convivencia.
Ambos compartían la vivienda y, por causa de una antigua rencilla, el hermano amenazado le había cambiado la cerradura de la puerta.
