La Audiencia Nacional acordó mantener en libertad con medidas cautelares al narcotraficante gallego Laureano Oubiña, de 66 años, tras ser condenado el pasado martes a 4 años y 7 meses de cárcel por blanquear dinero obtenido ilícitamente de la venta de droga, y a pagar una multa de más de 2,2 millones de euros.
Así lo acordó la sección cuarta de la Sala de lo Penal de este órgano tras mantener en la mañana de ayer la vistilla prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para adoptar medidas cautelares, en la que el fiscal antidroga pidió su ingreso en prisión provisional y subsidiariamente una fianza de 100.000 euros.
La sala, formada por los magistrados Teresa Palacios, Carmen Paloma González y Juan Francisco Martel, impone otras medidas cautelares 'que pueden paliar el riesgo de huida' de Oubiña, le prohíbe abandonar el territorio nacional, le retira el pasaporte y le impone comparecencias los lunes y viernes en la comisaría más cercana a su domicilio, además de obligarle a fijar un domicilio.
18 años en la cárcel
Oubiña, que salió de la prisión madrileña de Navalcarnero el pasado 17 de julio tras haber cumplido varias condenas por tráfico de drogas desde 1990, fue condenado por la Audiencia Nacional, ocho días después de su puesta en libertad, por blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas. En su auto, el tribunal valoró ahora las circunstancias que concurren, señalando que la condena impuesta no reúne los caracteres de pena grave (necesitaría superar los 5 años) y que, pese a su 'historial delictivo', Oubiña 'siempre acudió a los llamamientos judiciales' y no huyó nunca de los permisos carcelarios de los que ha disfrutado en su larga estancia en prisión, 17 años, 10 meses y 15 días.
Destacan además que el narcotraficante cuenta 'con domicilio y arraigo familiar conocido', además de que durante la vistilla ha manifestado su intención de no evadirse de la justicia. 'Confío plenamente en la justicia, yo no me voy a ir a ninguna parte porque tengo dos hijas mayores que crecieron sin padre y madre y quiero terminar mis días con ellas', manifestó Oubiña en la vista matinal, según informaron fuentes jurídicas. El condenado aseguró que no se va a marchar a ningún sitio porque no le da la gana y porque ha cumplido su condena 'sumada aritméticamente', e insistió en que ya no aguanta más.
Dos días a la semana, precisaron fuentes jurídicas, deberá presentarse en la comisaría de Policía más próxima, en este caso Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), donde establecerá su residencia. El abogado encargado de la defensa de Oubiña, Joaquín Ruiz Giménez, que ya recurrió la sentencia de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo, argumentado que si esta nueva condena se suma a todas las condenas que ha cumplido su cliente, al hacer la refundición de penas habría traspasado las tres cuartas partes que exige la ley para que se pueda acceder a la libertad condicional.
La sala, formada por los magistrados Teresa Palacios, Carmen Paloma González y Juan Francisco Martel, impone otras medidas cautelares 'que pueden paliar el riesgo de huida' de Oubiña, le prohíbe abandonar el territorio nacional, le retira el pasaporte y le impone comparecencias los lunes y viernes en la comisaría más cercana a su domicilio, además de obligarle a fijar un domicilio.
18 años en la cárcel
Oubiña, que salió de la prisión madrileña de Navalcarnero el pasado 17 de julio tras haber cumplido varias condenas por tráfico de drogas desde 1990, fue condenado por la Audiencia Nacional, ocho días después de su puesta en libertad, por blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas. En su auto, el tribunal valoró ahora las circunstancias que concurren, señalando que la condena impuesta no reúne los caracteres de pena grave (necesitaría superar los 5 años) y que, pese a su 'historial delictivo', Oubiña 'siempre acudió a los llamamientos judiciales' y no huyó nunca de los permisos carcelarios de los que ha disfrutado en su larga estancia en prisión, 17 años, 10 meses y 15 días.
Destacan además que el narcotraficante cuenta 'con domicilio y arraigo familiar conocido', además de que durante la vistilla ha manifestado su intención de no evadirse de la justicia. 'Confío plenamente en la justicia, yo no me voy a ir a ninguna parte porque tengo dos hijas mayores que crecieron sin padre y madre y quiero terminar mis días con ellas', manifestó Oubiña en la vista matinal, según informaron fuentes jurídicas. El condenado aseguró que no se va a marchar a ningún sitio porque no le da la gana y porque ha cumplido su condena 'sumada aritméticamente', e insistió en que ya no aguanta más.
Dos días a la semana, precisaron fuentes jurídicas, deberá presentarse en la comisaría de Policía más próxima, en este caso Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), donde establecerá su residencia. El abogado encargado de la defensa de Oubiña, Joaquín Ruiz Giménez, que ya recurrió la sentencia de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo, argumentado que si esta nueva condena se suma a todas las condenas que ha cumplido su cliente, al hacer la refundición de penas habría traspasado las tres cuartas partes que exige la ley para que se pueda acceder a la libertad condicional.
