Los peritos que elaboraron el informe de identificación de los autores del atraco al furgón blindado en Vigo en mayo de 2000 han asegurado que el PCE-r y los GRAPO son la misma organización terrorista y que su secretario general, Manuel Pérez Martínez, sobresalía como líder a modo de caudillo.
Los guardias civiles que han acudido a la Audiencia Nacional para declarar, en calidad de peritos, en la tercera sesión del juicio contra siete miembros de los GRAPO han añadido que Fernando Silva Sande dirigía el llamado comando central de Madrid, pero que en todo momento era un subordinado de Pérez Martínez, conocido como camarada Arenas.
Para apoyar sus conclusiones, se han referido a una carta redactada por Silva Sande, que le fue intervenida a otro integrante de los GRAPO, en la que el autor explicaba que la mayoría de los miembros del comando no apoyaban el atraco al furgón, pero que el responsable -en referencia a Pérez Martínez, según los peritosera quien daba las órdenes que todos debían acatar.
El documento contradice las declaraciones de cuatro de los acusados -el propio Pérez Martínez, Marcos Martín Ponce, Israel Torralba y Mónica Refojosque el pasado Lunes acusaban directamente a Silva Sande de ser el máximo responsable de todas las operaciones militares del GRAPO.
Martín Ponce acusó también a Silva Sande -expulsado de la organización hace varios añosde ser el autor material del asesinato de los dos vigilantes muertos en el asalto al furgón blindado, perpetrado el 8 de mayo de 2000.
Para apoyar sus conclusiones, se han referido a una carta redactada por Silva Sande, que le fue intervenida a otro integrante de los GRAPO, en la que el autor explicaba que la mayoría de los miembros del comando no apoyaban el atraco al furgón, pero que el responsable -en referencia a Pérez Martínez, según los peritosera quien daba las órdenes que todos debían acatar.
El documento contradice las declaraciones de cuatro de los acusados -el propio Pérez Martínez, Marcos Martín Ponce, Israel Torralba y Mónica Refojosque el pasado Lunes acusaban directamente a Silva Sande de ser el máximo responsable de todas las operaciones militares del GRAPO.
Martín Ponce acusó también a Silva Sande -expulsado de la organización hace varios añosde ser el autor material del asesinato de los dos vigilantes muertos en el asalto al furgón blindado, perpetrado el 8 de mayo de 2000.
