El presidente de la comisión parlamentaria de investigación del proceso de fusión de las cajas gallegas, el ourensano Miguel Santalices, afirmó ayer que las comparecencias ante este órgano han aportado 'suficiente luz' para la fase que ahora se inicia de elaboración de un dictamen, que será finalmente remitido al pleno de la Cámara.
La comisión concluyó el viernes la fase de comparecencias, a falta de las respuestas de las tres personas que sugirieron responder por escrito, el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez; el comisario europeo Joaquín Almunia, y la exconselleira de Facenda Marta Fernández Currás.
De manera inmediata, estas personas recibirán un cuestionario y se les planteará un 'plazo breve' para que respondan y se pueda incorporar esta información al conjunto de la documentación recabada por la comisión de investigación, recordó Santalices. Tras expresar su agradecimiento a los portavoces a los que dice que impuso un ritmo 'quizás un poco acelerado', valoró el desarrollo de esta fase, en la que 'se dijeron muchísimas cosas' y 'se podrá decir cualquier cosa menos que no hubo posibilidad de conseguir información, porque hubo absoluta libertad para preguntar'.
TESTIMONIO DESGARRADOR
Apuntó, además, que ejerció su labor con 'mucha flexibilidad', especialmente en jornadas como la de comparecencia de los afectados por las preferentes, cuyo testimonio calificó de 'desgarrador' y de 'cierta dureza', de la que dijo que 'hay que entenderla, porque hay que estar en su piel para saber lo que están pasando'. 'Los preferentistas -insistió- expusieron con toda crudeza el tema, pero fueron muy educados, dentro del mensaje que nos querían lanzar'.
El diputado señaló también la ausencia de incidentes en el transcurso de las sesiones y el respeto con que se trató a los comparecientes y entre los portavoces, aunque en ocasiones, como ante los directivos, 'fueron duros en sus preguntas, pero también era su función', reconoció. Además de este aspecto, el presidente de la comisión apuntó la complejidad del asunto y las numerosas facetas que confluyeron en él, desde el ámbito jurídico, político, económico y financiero o los vinculados al futuro de la Obra Social de las antiguas cajas y la viabilidad del nuevo banco.
Para Santalices, esta fase 'aportó mucha información', independientemente de las discrepancias sobre la consideración de parte de la información recibida, y valoró el hecho de que los comparecientes tuviesen que 'contar la verdad', porque, aunque se pueden callar información, si se demuestra que se dijo algo que no es cierto, 'les sería de aplicación el Código Penal', recordó. Reconoció que la comisión, por sus propias características, tenía 'unos condicionantes especiales', pero 'aportó luz a los diputados para que ahora puedan hacer un trabajo interesante'.
Insistió, finalmente, en resaltar el trabajo de los grupos y concluyó con la satisfacción de haber cumplido el calendario previsto 'con pocos fallos'.
De manera inmediata, estas personas recibirán un cuestionario y se les planteará un 'plazo breve' para que respondan y se pueda incorporar esta información al conjunto de la documentación recabada por la comisión de investigación, recordó Santalices. Tras expresar su agradecimiento a los portavoces a los que dice que impuso un ritmo 'quizás un poco acelerado', valoró el desarrollo de esta fase, en la que 'se dijeron muchísimas cosas' y 'se podrá decir cualquier cosa menos que no hubo posibilidad de conseguir información, porque hubo absoluta libertad para preguntar'.
TESTIMONIO DESGARRADOR
Apuntó, además, que ejerció su labor con 'mucha flexibilidad', especialmente en jornadas como la de comparecencia de los afectados por las preferentes, cuyo testimonio calificó de 'desgarrador' y de 'cierta dureza', de la que dijo que 'hay que entenderla, porque hay que estar en su piel para saber lo que están pasando'. 'Los preferentistas -insistió- expusieron con toda crudeza el tema, pero fueron muy educados, dentro del mensaje que nos querían lanzar'.
El diputado señaló también la ausencia de incidentes en el transcurso de las sesiones y el respeto con que se trató a los comparecientes y entre los portavoces, aunque en ocasiones, como ante los directivos, 'fueron duros en sus preguntas, pero también era su función', reconoció. Además de este aspecto, el presidente de la comisión apuntó la complejidad del asunto y las numerosas facetas que confluyeron en él, desde el ámbito jurídico, político, económico y financiero o los vinculados al futuro de la Obra Social de las antiguas cajas y la viabilidad del nuevo banco.
Para Santalices, esta fase 'aportó mucha información', independientemente de las discrepancias sobre la consideración de parte de la información recibida, y valoró el hecho de que los comparecientes tuviesen que 'contar la verdad', porque, aunque se pueden callar información, si se demuestra que se dijo algo que no es cierto, 'les sería de aplicación el Código Penal', recordó. Reconoció que la comisión, por sus propias características, tenía 'unos condicionantes especiales', pero 'aportó luz a los diputados para que ahora puedan hacer un trabajo interesante'.
Insistió, finalmente, en resaltar el trabajo de los grupos y concluyó con la satisfacción de haber cumplido el calendario previsto 'con pocos fallos'.
