Defiende la gestión en este área y recuerda que las 'críticas más severas' proceden 'hasta ahora' de sectores nacionalistas

Touriño garantiza que no habrá guerra lingüística pese a que cree que la derecha lanzará 'una ofensiva en esa dirección'

Touriño en la Casa de Galicia de Madrid.
El jefe del Ejecutivo gallego, Emilio Pérez Touriño, garantizó hoy que en Galicia no tendrá lugar una guerra en materia lingüística, a pesar de que se mostró convencido de que 'desde la derecha en todos los órdenes de la vida --político, social y cultural-- se va a desencadenar una ofensiva en esa dirección'.
En un desayuno informativo celebrado en la Casa de Galicia en Madrid, el jefe del Ejecutivo gallego denunció la 'grave irresponsabilidad' de sectores 'impulsados por el PP' al iniciar una 'guerra' al respecto de la relación entre el gallego y el castellano, aunque insistió en que 'no la va a haber'.

Ante las preguntas de los periodistas, Touriño aseveró que la lengua es un factor de integración 'y lo será a pesar del PP' y defendió con firmeza la política lingüística desarrollada por su Gobierno en defensa del gallego. En esa línea, se mostró convencido de que los ciudadanos 'entenderán que se impulse y proteja una lengua débil como el gallego'.

Así, explicó que 'lo único que hace el Gobierno es desarrollar fielmente' el plan y la ley de normalización lingüística, 'inspirados por Fraga', frente a un PP que pretende usar la cuestión 'como arma de desgaste'. 'El PP está empeñado en promover una quiebra, en desgastar y debilitar', insistió el máximo mandatario autonómico.

CRITICAS NACIONALISTAS.

En todo caso, Touriño llamó la atención sobre el hecho de que 'hasta ahora' las críticas más severas que ha recibido la política lingüística de la Xunta 'vienen del lado de los sectores nacionalistas'. De todas formas, reiteró que no ve 'un factor de riesgo' en la cuestión lingüística y lo definió más bien como 'un terreno propicio y divertido para la crítica política'.

Por último, recordó que en Galicia el castellano es dominante y mayoritario, con una hegemonía que no ve 'como un drama', aunque advirtió de que es necesario seguir aplicando la ley para defender el gallego porque 'si no, se extinguiría'.

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