El caso de Lugo eleva hasta 43 el número de víctimas mortales por violencia de género en lo que va de 2010, a falta de confirmación oficial por parte del Ministerio de Igualdad. El año pasado se habían registrado un total de 37 víctimas mortales en los ocho primeros meses del año, según datos de este departamento.
Este último caso termina con un periodo de un mes en el que no se había registrado ninguna muerta por violencia machista. Así, la anterior víctima se produjo el pasado 25 de julio, por lo que durante un mes no se registraron fallecimientos por violencia machista, a pesar de las advertencias de expertos y responsables políticos respecto al peligro que los meses de verano, y concretamente agosto. Así, hasta el de ayer, no se había registrado ninguna fallecida, mientras que hace un año el cómputo del mes fue de cinco. Las estadísticas de Igualdad señalan una media de siete fallecidas en agosto.
Antes de la víctima de Lugo, la última mujer muerta se registró en Bilbao, donde Amelia A.J., de 36 años, fue asesinada a manos de su pareja tras quebrantar la orden de alejamiento. En lo que va de año, se contabilizaron tres fallecidas en enero, dos en febrero, cuatro en marzo, 11 en abril, ocho en mayo, siete tanto en junio como en julio y, 1 en agosto.
PRENDE FUEGO Y LA ENCIERRA
Un hombre de 55 años prendió fuego al colchón en el que estaba durmiendo su pareja tras rociarlo con un líquido combustible, al tiempo que la amenazaba, cuchillo en mano, con la intención de que no intentara salir de la habitación. El suceso ocurrió en Málaga después de que la mujer se retirase a la cama tras una discusión.
Antes de la víctima de Lugo, la última mujer muerta se registró en Bilbao, donde Amelia A.J., de 36 años, fue asesinada a manos de su pareja tras quebrantar la orden de alejamiento. En lo que va de año, se contabilizaron tres fallecidas en enero, dos en febrero, cuatro en marzo, 11 en abril, ocho en mayo, siete tanto en junio como en julio y, 1 en agosto.
PRENDE FUEGO Y LA ENCIERRA
Un hombre de 55 años prendió fuego al colchón en el que estaba durmiendo su pareja tras rociarlo con un líquido combustible, al tiempo que la amenazaba, cuchillo en mano, con la intención de que no intentara salir de la habitación. El suceso ocurrió en Málaga después de que la mujer se retirase a la cama tras una discusión.
