El fiscal pide 14 años para la excuidadora, por un delito contra la salud pública y cinco de lesiones

La viguesa acusada de sedar a bebés niega las acusaciones

La acusada, sentada en el baquillo, durante el juicio desarrollado en Vigo. (Foto: SALVADOR SAS)
La mujer que fue cuidadora de la guardería de Vigo 'La Camelia' y que está acusada de haber sedado en 2010 a varios bebés de menos de un año, los cuales resultaron intoxicados, negó haberles suministrado trankimazin a los menores y aseguró que, de la medicación encontrada en su domicilio, las pastillas que pudieran faltar las había consumido ella, pues le habían sido recetadas por su médico.
El juicio contra la mujer, N.V.G., comenzó ayer en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra con sede en Vigo, donde declaró que la relación que tenía con sus compañeras de trabajo era normal, que la directora del centro 'tenía cierta obsesión con que los niños no lloraran' y que no sabía si alguien en la guardería pudo haber suministrado el producto.

La acusada, para quien el ministerio público pide penas de 14 años de prisión por un delito contra la salud pública y otros cinco de lesiones, justificó las contradicciones en las que incurrió durante la instrucción de la causa, pues había negado consumir el citado medicamento mientras que ayer aseguró que sí lo tomaba. Así, afirmó que al tratarse de un fármaco 'muy conocido', tenía 'miedo de que pensasen que estaba loca' y que pudiese afectar su puesto de trabajo.


AUTOCONSUMO

N.V.G. reconoció que había adquirido tres cajas de trankimazin en la farmacia, lo que hace un total de 90 comprimidos y aseguró hasta en tres ocasiones que las pastillas que pudieran faltar cuando se registró su casa -se encontraron 75 comprimidos del medicamento y hasta 10 mitades- se las había tomado ella. De igual forma, aseguró que no tomaba esa medicación en la guardería y que no llevaba las pastillas en su bolso.

Además, explicó que durante la fase de instrucción tampoco había dicho que su madre consumía el mismo medicamento 'para protegerla' y, preguntada sobre una queja por cortar el pelo a un niño en una guardería donde había trabajado anteriormente, afirmó que a ella no se le notificó nada de la citada queja y que el despido había sido por 'acuerdo' entre ella y la dirección. En la sesión de ayer también declaró la directora, A.V.G., a quien la Fiscalía considera responsable civil subsidiaria, y quien aseguró que la mujer ya había trabajado en anteriores ocasiones y que, además de entrevistarla, había pedido referencias a una guardería en la que había estado anteriormente y que no le habían comentado nada extraño. 'Si te dicen algo especial eres la primera en decidir que no coges a esa persona', explicó.

La directora del centro describió a la acusada como una persona 'bastante callada, sensata, que tenía bien a los niños y el aula limpia' y aseguró que era 'impensable' que pudiera 'pasar algo así'. De hecho, manifestó que ninguna cuidadora le había realizado ningún comentario sobre algo extraño. 'Ojalá nos hubiésemos dado cuenta', afirmó. En todo caso, indicó que el centro que dirige lleva existiendo 22 años y la mayoría del personal es fijo, mientras que la acusada había entrado 'unos 18 o 20 días antes'.

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