Carla Bruni afirma que su tercer álbum, que saldrá el próximo 21 de julio, no será juzgado sólo por sus méritos musicales, y que la crítica estará mediatizada por el hecho de que es la esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
La percepción (del público) no será sólo musical y la crítica, que es útil, puede estar influida para bien o para mal por el hecho de que soy la esposa del presidente de la República, declaró la Primera Dama a la revista VSD.
El álbum de Bruni, titulado Comme si de rien n'était (como si nada) es el primero que verá la luz desde que la cantante y ex modelo italiana se convirtió en la tercera esposa de Sarkozy el pasado 2 de febrero en una ceremonia íntima en el Palacio del Elíseo.
Bruni dijo que para protegerse realizó este disco dentro de una burbuja, rodeada de su entorno musical y confirmó que entregará los derechos de autor a causas humanitarias.
No soy ingenua ni sobre lo que está en juego ni sobre las buenas o malas razones que tiene mucha gente de esperar este álbum, aseguró.
Mientras, el diario Le Figaro, al que la discográfica Naive ha brindado ya la posibilidad de escuchar el álbum en una de las audiciones escalonadas organizadas para la prensa, califica hoy la obra como un disco perfectamente logrado.
En él, Bruni se aleja del estilo folk y se acerca más a la canción francesa y a la década de los sesenta, en resumen menos América, más Francia y más Beatles, comenta el periódico.
Este es el disco más esperado de las últimas décadas en Francia por razones que no tienen nada que ver con la música, reconoce Le Figaro.
En el 2003 Bruni se convirtió en la revelación del mercado musical francés con su álbum Quelqu'un m'a dit (Alguien me ha dicho), del que vendió más de un millón de copias, y en el 2007 sacó No promises (sin promesas), que cosechó también un gran éxito
El álbum de Bruni, titulado Comme si de rien n'était (como si nada) es el primero que verá la luz desde que la cantante y ex modelo italiana se convirtió en la tercera esposa de Sarkozy el pasado 2 de febrero en una ceremonia íntima en el Palacio del Elíseo.
Bruni dijo que para protegerse realizó este disco dentro de una burbuja, rodeada de su entorno musical y confirmó que entregará los derechos de autor a causas humanitarias.
No soy ingenua ni sobre lo que está en juego ni sobre las buenas o malas razones que tiene mucha gente de esperar este álbum, aseguró.
Mientras, el diario Le Figaro, al que la discográfica Naive ha brindado ya la posibilidad de escuchar el álbum en una de las audiciones escalonadas organizadas para la prensa, califica hoy la obra como un disco perfectamente logrado.
En él, Bruni se aleja del estilo folk y se acerca más a la canción francesa y a la década de los sesenta, en resumen menos América, más Francia y más Beatles, comenta el periódico.
Este es el disco más esperado de las últimas décadas en Francia por razones que no tienen nada que ver con la música, reconoce Le Figaro.
En el 2003 Bruni se convirtió en la revelación del mercado musical francés con su álbum Quelqu'un m'a dit (Alguien me ha dicho), del que vendió más de un millón de copias, y en el 2007 sacó No promises (sin promesas), que cosechó también un gran éxito