Un año más la reina Isabel II presidió la inauguración de Ascot, acompañada por el duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y la princesa Eugenia de York.
Toda la familia acudió muy elegante, pues debían dar ejemplo en esta edición de Ascot en la que entraron en vigor las nuevas reglas de vestimenta, que prohíben -o al menos eso dicen- los tocados que adornaban cada año las carreras.
