Madonna se refugia en la Cábala y Guy Ritchie sale de fiesta con su amigos

Madonna y Guy Ritchie.
Tras un divorcio, cada uno de los miembros de la pareja intenta continuar con su vida. En el caso de Madonna y Guy Ritchie ambos están tomando caminos muy diferentes a la hora de volver a la normalidad, ya que, mientras la cantante se ha refugiado en la Cábala para aprender a controlar su ira, su ya ex marido decidió salir por la noche junto a los actores Jude Law y Robert Downey Junior, a varios pubs de Londres. La separación de la 'reina del pop' no ha sido para nada amistosa.
Las continuas acusaciones cruzadas entre ella y su marido han alterado s estado de ánimo. Por ello, la artista de 50 años ha decidido comenzar unos cursos para poder ‘controlar la ira’ que siente por Ritchie. Según explica una información de 'The Sun', este curso que está impartiendo a través de la religión que profesa, la Cabala, le permitirá también controlar sus nervios cuando llegue el momento de enfrentarse al padre de su hijo Rocco en los tribunales.

Al parecer, acude a estas clases de meditación y relajación en su templo habitual, cercana a su casa londinense. Sin embargo, al encontrarse actualmente en plena gira, Madonna ha decidido contratar a un consejero espiritual para que le acompañe en su tour. Según explican los amigos de la estrella, los nervios de ésta están más alterados que nunca. ‘Está furiosa con Guy’, comentan, ‘por las demandas que ha hecho de dinero’, y porque, dice, le considera culpable ‘de la filtración de los detalles privados de la pareja’ de los últimos días.

Y mientras Madonna tiene que acudir a la ayuda de la secta judía, el director de cine acude al tradicional paño de lágrimas, los amigos. Ritchie decidió quitarse las penas saliendo de marcha por la capital londinense con varios amigos entre los que se encontraba Robert Downey Junior y Jude Law, grandes asiduos de la noche inglesa.

CON LOS AMIGOS

Los tres llegaron juntos a la White Cabe Gallery, en en el elegante distrito de Mayfair de Londres, en el que pudieron visitar en exclusiva una conocida exposición del artista británico Sam Taylor-Wood. ‘Se le veía contento y muy a gusto con sus amigos’ explicó un invitado de galería a la revista 'People', quien añadió que Ritchie no paró de ‘abrazar a la gente con una gran sonrisa’.

Después del evento cultural, los que allí se reunieron se fueron a varios pubs de la capital británica en los que estuvieron hasta bien entrada la madrugada. ‘Lo que necesita es a los amigos y echarse unas risas para estar entretenido en estos momentos’, explicó uno de sus acompañantes.

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