Miguel Ángel Silvestre, el hombre más deseado del momento

Miguel Angel Silvestre.
Es el hombre del momento. Miguel Ángel Silvestre no podía imaginar hace unos años, cuando comenzó su carrera como actor por casualidad, que llegaría a ser ídolo de fans y uno de los hombres más buscados y deseados del país.

Nacido en Castellón hace veintiséis años, Miguel Ángel se ha convertido en una de las grandes promesas de nuestra pequeña y gran pantalla. Seductor, simpático y muy cercano, así se muestra el joven actor con todo el que a él se acerca. Acaba de finalizar la primera temporada de la serie que le ha catapultado a la fama, 'Sin tetas no hay paraíso', y ahora El Duque se dispone a comenzar un merecido descanso. Por ello, Miguel Ángel Silvestre se para a hacer balance de los últimos meses, nos desvela cómo ha vivido el rotundo éxito de la serie y nos confiesa cómo su familia se han convertido, ahora más que nunca, en el pilar de su vida.

- Miguel Ángel, ¿cuál crees que es el secreto de El Duque para tener tanto éxito con las mujeres?

- Creo que el secreto está en las actrices y en los guionistas, en las tramas y en cómo me miran las actrices...

- Y tú, ¿cómo llevas el éxito?, ¿te paran mucho por la calle?

- Sí., pero cada vez que eso pasa es algo muy bonito. Cuando alguien te para sientes el calor de la gente, y eso es un pequeño abrazo, un pequeño empuje, que te dice que confíes en lo que estás haciendo porque les gustas. Es algo muy positivo.

- Con la repercusión que está teniendo la serie, ¿no te da miedo que te encasillen con este personaje?

- Ese es un miedo que siempre tiene un actor. A lo mejor para el próximo personaje me tocará estudiar más... Intentaré trabajármelo mucho en el próximo papel para que no se me encasille.

- ¿No estás un poco desbordado con todo el 'boom' que se ha creado alrededor de ti y de la serie?

- No, porque tengo la suerte de que mi familia está haciendo un esfuerzo muy grande y viene muy a menudo a Madrid; eso me tranquiliza bastante. Sí es cierto que esto tan de golpe te puede hacer pensar en cómo lo digiero, pero llegas a casa y está mi mami ahí...

- ¿Tu familia es la responsable de que sigas manteniendo los pies en tierra?

- Sí, mi familia y la gente que conoce al Migue de toda la vida. Cuando llego de trabajar tengo a mi madre que me abraza, me acuna un poco, y me dice: estás en casa . Eso es necesario para que siga sintiéndome el de siempre.

- Todo esto te está proporcionando muchísimas cosas buenas pero, ¿hay algo malo?

- No, todo es bonito. Sobre todo gracias a mis amigos y mi familia que están en Castellón esperándome para hacerme una paella, para que me sienta el de siempre, el Migue canalla.

- ¿Qué te dicen tus amigos de toda la vida?

- Unos no han visto la serie y otros sí; me hacen un comentario de cinco minutos y ahí se acaba todo, porque tenemos tantas cosas que nos unen que preferimos hablar de otras cosas.

- ¿Y tu familia como lleva la fama?

- Mi familia bien. Curiosamente, no hace mucho, vi una entrevista que le han hecho a mi madre y le he dicho: Mamá, ¡qué bien lo has hecho! (ríe). Ellos lo llevan con ilusión. Son igual de partícipes que yo de esto. Lo disfrutamos con cariño.

- ¿Eres consciente de la repercusión que puede tener este papel en tu carrera como actor?

- Sí, y espero que sea siempre algo positivo. Tampoco quiero pensarlo mucho. Ahora me quiero centrar en esta serie y en las dos películas que rodé el pasado año, y que se estrenan en el Festival de Málaga.

- Estás viviendo un buen momento. Antes de la serie ya habías rodado una película en Estados Unidos...

- Sí, con Timothy Hutton. Eso fue una experiencia... (sonríe) De verdad, siento que estoy viviendo una serie de sueños que todavía no me lo creo.

- Una carrera meteórica...

- No sé si meteórica, pero yo lo veo desde mi sofá y con lágrimas en los ojos...

- ¿Te da miedo pensar que todo este buen momento se pueda terminar algún día?

- No. A lo mejor habrá un día en el que no sea así, y hay que estar preparado para que un día no haya nadie de los que están ahora. Pero siempre estará mi familia y mis amigos, y eso es lo que me importa. Yo ahora me siento muy afortunado por vivir todo esto...

- ¿En qué ha cambiado Miguel Ángel en todo este tiempo?

- Yo creo que en nada, o eso espero. Ya tengo avisado a mi gente que si cambio en algo que por favor me peguen un buen cachete... (ríe)

- Para el personaje sí has tenido que cambiar un poco, sobre todo tu voz...

- Sí. Estoy trabajando mucho con un foniatra porque si no me quedaría afónico. No estoy teniendo muchos problemas, aunque al principio sí me costaba.

- ¿Cómo surgió la idea de cambiar tu tono de voz?

- Leí un texto que me pasaron los guionistas en donde se describía cómo había vivido El Duque . Vi que era una persona con una vida muy dura y consideré, junto con una persona que me ayuda siempre a preparar los personajes, que ése llanto interno que debía tener el personaje se podría reflejar en su voz.

- ¿Qué es lo que peor estás llevando de la fama?

- La fama hay que saber llevarla. Yo lo comparo con un baile, y hay que saber bailarlo para estar bien. Hay que saber dedicarle un tiempo a una persona que quiere un autógrafo, tener la energía para llevar eso y saber llegar a casa y seguir siendo el mismo, para que no se te vaya la cabeza con todo esto. Es fácil perderla... Si no estás rodeado de gente que te quiere y que te mantenga en tu sitio, es muy fácil perder el control.

- Tienes hasta un club de fans... ¿Qué es lo más emocionante que te ha pasado con ellas?

- Vivir la premier en la Gran Vía de Madrid. Eso fue más que un sueño...

- De todo lo que se ha escrito sobre ti, ¿hay algo que no haya sido verdad?

- (Ríe) Hay muchísimas cosas que no son verdad. Uno cuando entra en esto se da cuenta de que el periodismo está manejado, y que hay cosas muy injustas. Pero nunca me afecta porque sé lo que es cierto y lo que no; lo que he hecho y lo que no.

- Miguel Ángel, eres considerado uno de los hombres más guapos del momento pero, ¿tú te cambiarías algo?

- Pienso que las personas en su estado salvaje y con su naturaleza, con lo que tienen, eso es lo más bello. En realidad cuando conoces a una persona y te enamoras de ella, realmente te enamoras de sus defectos.

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