Los catorce años de vida parisina le han permitido al periodista José María Patiño escribir sus "Crónicas de Paname"
De nuestros vecinos los franceses a José María Patiño, corresponsal de la cadena SER en París durante catorce años, le gusta, sobre todo, su cultura y su educación, aunque al principio le costara acostumbrarse, reconoce, al usted del que no se apean en el día a día de sus relaciones sociales.
"Nada que ver con lo que ocurre aquí. Una amiga que vivió en París un tiempo lo resumía muy gráficamente tras regresar a Barcelona: he pasado de 'madame' a 'chata' en cuestión de horas".
Y con su experiencia parisina, "tan rica como feliz" en lo personal y en lo profesional, José María Patiño ha escrito un libro, "Crónicas de Paname", un "ejercicio de memoria", un repaso a lo vivido y aprendido en todo ese tiempo que estuvo fuera.
Un capítulo del que es su primer libro está dedicado precisamente a lo que denomina el "usteteo", que además de establecer "una especie de distancia entre los interlocutores" también les "equipara socialmente".
"Dos personas que se hablan de usted -escribe- tienen los mismos derechos, son ciudadanos y por tanto iguales de acuerdo con el espíritu republicano".
Ni el París de las guías turísticas ni el de las tarjetas postales. José María Patiño quería contar "su" Paname, apodo que desde finales del siglo XIX usan muchos parisinos, sobre todo los que viven en sus suburbios, para referirse a la ciudad del Sena, una gran urbe que puede ser a la vez "deslumbrante y decepcionante".
El libro es uno y varios a la vez. "Cuenta la experiencia personal del extranjero que se instala en un país que no es el suyo; la del corresponsal que tiene que informar sobre lo que allí ocurre; pero es también una guía turística". "Su" guía, con los lugares que frecuentó y frecuenta cuando regresa.
Restaurantes, mercados callejeros, tiendas y bares, calles y plazas, parques o cafés en los que, sentado en un velador callejero, contemplar cómo pasa la vida.
