Los equipos sénior del Balonmano Pabellón vivieron la cara y la cruz un fin de semana en el que el equipo juvenil femenino tuvo una cita importante.
Al equipo masculino se le sigue resistiendo la victoria. En esta ocasión fue en Narón, donde cayó de la forma más cruel. Jugó 50 minutos espectaculares, en los que llegó a tener una ventaja de nueve goles, pero todo le salió cruz en el igualado final. Con empate, en la jugada final y a un segundo de la bocina el conjunto local hizo el definitivo 35-34.
Todo lo contrario que las chicas, que en un partido feo y muy trabado ganaron al Caselas por la mínima (31-30).
El equipo juvenil femenino jugo el playa off por una plaza en la División de Honor. Las chicas pabellonistas, encuadradas en el grupo más difícil, finalizaron terceras. Cayeron primero ante el Porriño, el equipo anfitrión (37-18), ganaron al Cañiza (26-33) y despidieron la fase con derrota contra Guardés (18-33). Así, jugarán en Plata.
