El segundo equipo pabellonista crece para conformar la hornada del futuro

La pasada temporada disfrutó de la Liga Nacional Juvenil pero este curso al Pabellón B le toca lidiar con la Liga Gallega. El arranque de curso está siendo más que aceptable aunque el objetivo de la segunda escuadra de la cantera pabellonista va mucho más allá del aspecto clasificatorio, y es el formativo, por ello este equipo crece para conformar la hornada del futuro: "El objetivo es trabajar para que un grupo entero pueda pasar de categoría con las mejores condiciones posibles. La plantilla la forman dos generaciones diferentes, con jugadores que proceden del equipo que la pasada temporada jugó en la División de honor cadete y del Juvenil de Provincial, además de tres jugadores que continúan del equipo de Liga Nacional. La meta es muy clara, trabajar para que el equipo crezca cada jornada y que a lo largo de esta temporada, si el primer equipo necesita echar mano, o la próxima campaña, estén preparados para competir en una categoría como la División de Honor. Tenemos claro que somos un equipo 'B' y cuál es nuestra labor", afirma José Dopazo, entrenador del equipo.

Pero también queda claro que cuanto más arriba esté este equipo más fácil será el salto a la élite juvenil y las cosas están yendo bien pues el Pabellón B se mueve a muy poca distancia de los líderes de la categoría: "Llevamos dos jornadas jugando con equipos importantes y el equipo está a un buen nivel. El sábado ganamos al A Seca y la pasada jornada empatamos con el Sárdoma por lo que las sensaciones son inmejorables". Y más arriba que podía estar ya que las necesidades del primer equipo obligaron al trasvase de jugadores: "Es cierto que al principio, con la plantilla al completo, era un poco más fácil pero las lesiones del equipo 'A' hizo que muchos jugadores tuvieran que subir pero aún así, hasta con siete bajas, el equipo ha sido competitivo. Bajamos un poco el nivel dos o tres jornadas pero lo principal es seguir formándose".