El fiscal rebaja la pena porque la mujer del inculpado estaba enferma y el acusado debía atenderla
Un ganadero de Progo, en Riós, aceptó una pena de seis meses de prisión por maltrato continuado a los animales de su cabaña. El fiscal rebajó la pena inicialmente prevista al tener en cuenta que José Antonio D.Q., de 46 años, desatendió la explotación ovina-caprina, con unas 250 reses, porque tenía que cuidar a su esposa, quien padecía una grave enfermedad cuando ocurrieron los hechos.
Las diligencias penales que lo llevaron este miércoles a juicio en el Penal 2 tienen su origen en la inspección realizada por agentes del Seprona de Viana do Bolo el 17 de abril de 2017, quien se personaron en la granja alertados por el mal estado higiénico sanitario en el que el acusado tenía los animales.
En el interior de la explotación, observaron la existencia de cuatro cabras desnutridas y muy debilitadas debido a la falta de alimentación y cuidado. Asimismo, hallaron una oveja en estado moribundo que apenas podía incorporarse.
La misma sentencia le impone inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con animales y la tenencia de los mismo durante un año.
Pese a que los agentes hicieron constar en las diligencias que descubrieron seis cadáveres de ovejas en un contenedor, el ganadero siempre sostuvo que las había encontrado en el monte y que habían sido atacadas por el lobo.
En un principio, el fiscal reclamaba un año de cárcel y tres de inhabilitación pero modificó su escrito de conclusiones inicial para incorporar una atenuante: actuar por estado de necesidad ya que su esposa estaba enferma y no disponía de tiempo para atender la cabaña en condiciones.
67 casos desde 2013
La Fiscalía de Ourense aprecia un aumento de las denuncias de maltrato animal, tanto a nivel judicial como de diligencias de investigación, en los últimos años. Desde 2013, hubo 67 procedimientos penales, 14 de ellos durante 2017 (último año con datos cuantificados).
La protección a nivel judicial de los animales va más allá del valor patrimonial, cinegético o medioambiental ya que ampara la vida, integridad o su bienestar.
