Con la situación sanitaria actual hacer planes de ocio se reduce en gran medida, por eso, una buena alternativa siempre es apostar por la naturaleza, y que mejor que conociendo el patrimonio de la comarca. Una de las apuestas del Concello de Oímbra -por toda su riqueza histórica y patrimonial- son los Lagares Rupestres.
Este Concello cuenta con ocho, siendo el que más posee de Galicia, por lo que decidieron explotarlo y crear la ruta de los Lagares Rupestres, que ya llevan años en un funcionamiento. Hasta ahora, Ana Villarino, alcaldesa de Oímbra, organizaba rutas guiadas, pero debido a la pandemia se suspendieron, aunque "confío en que de cara a primavera poidamos comezar a retomar as visitas", destaca la alcaldesa.
Los lagares rupestres son estructuras en piedra labradas por el ser humano, por lo general, poco conocidas y muy simples, relacionadas con las formas más arcaicas de elaboración del vino. Además de estos lagares, en esta ruta también se puede encontrar una bodega, la Bodega de As Barrocas -finales del siglo XVII-, que fue cedida por un particular y el Concello de Oímbra adecuó en el 2017 con una subvención de la Consellería de Turismo.
La bodega de As Barrocas restaurada. (Foto: Cedida).
Fernando Serrulla, colaborador con el diseño de la ruta, cuenta que todos los años, la alcaldesa de Oímbra organiza en el lagar de Xan Petro un pisado de uvas, ya que este lagar tiene reconstruida parte de la prensa, para después almacenar el vino en la Bodega de As Barrocas.
La fecha exacta de estos lagares se desconoce, pero los estudios científicos desarrollados apuntan a que son de la época de la romanización (s. II d.C), para aquellos documentados en contextos arqueológicos de villas y castros romanizados. Y ya en la Edad Media algunos pequeños viticultores prensaban el vino cerca de las viñas.
Alternativas
Para realizar la ruta, Serrulla, habla de las diferentes alternativas: La ruta larga, de 13 kilómetros de distancia, donde se pueden ver todos los lagares y la bodega. "A los que hacen senderismo les parece cortísima", bromea Serrulla, y asegura que "es una ruta muy bonita porque tiene unas vistas impresionantes".
Por su parte, la ruta corta, de 4,8 kilómetros, es más apta para familias y personas que quieran disfrutar de un día tranquilo, donde visitarán igualmente el lagar de Xan Petro y la Bodega As Barrocas.
Pero además, Fernando Serrulla también muestra otra opción: "ir desde Oímbra al lagar de Xan Petro que es más o menos un kilómetro de distancia", para conocer parte del patrimonio de este ayuntamiento.
Así, estas rutas son aptas para cualquier persona, gracias a las diferentes alternativas, excepto para personas en silla de rueda, ya que no están acondicionadas para su seguridad.
Por todo ello, la ruta de los Lagares Rupestres, con diferentes opciones para realizar es una buena alternativa para los amantes de la naturaleza, el patrimonio y la historia, así como para aquellos que les guste el mundo vinícola.
