Los vecinos de Verín disfrutaron las últimas horas de la fiesta con cansancio, después de seis jornadas dando zapatilla al disfraz, pero con las mismas ganas del primer día. El desfile del domingo repitió ante público llegado desde Portugal.
Los verinenses dieron zapatilla seis días consecutivos al disfraz. La despedida del Entroido se celebró con las mismas ganas que el primer día, aunque con menos fuerzas debido al cansancio acumulado con tanta fiesta.
El desfile del domingo se repitió en una jornada en la que parte del público procedía de Portugal. Todos os anos vimos a velo, é unha tradición pois é moi vistoso, comentaba una mujer portuguesa sin perder detalle del espectáculo.
Por su parte, Olga Feijóo, una de las participantes en la comparsa Antoxo (caracterizadas de brasileñas) manifestó que son seis días muy especiales en los que todos los días nos disfrazamos. Para esta fiesta no hay descanso aún cuando tengamos que ir al trabajo. Añadió que, además, somos el primer grupo que saca en el desfile un disfraz de la noche de Comadres y creo que debería extenderse esta idea porque sería una forma de lucir los trajes que con tanto cariño confeccionan las mujeres.
Los integrantres de una comparsa de Astérix y Obélix comieron incluso en la carroza. Lo hacemos todos los años, es ya una costumbre, decían Palmira Cuadrado y Matilde Baños. Relataron que, desde el Jueves de Comadres hasta el martes, no vestimos como Dios manda sino que cada día cambiamos de disfraz. Lo pasamos bomba, aunque hoy ya estamos más bien cansados.
Desde Suiza
Martín, vecino de Suiza, viajó a Verín expresamente para disfrutar del carnaval. En mi país hay tradición de carnaval pero son menos días de fiesta, es diferente, contaba muy contento de participar en el desfile.
La fiesta se cerró de madrugada y hoy, festivo en la localidad, es para el descanso.
El desfile del domingo se repitió en una jornada en la que parte del público procedía de Portugal. Todos os anos vimos a velo, é unha tradición pois é moi vistoso, comentaba una mujer portuguesa sin perder detalle del espectáculo.
Por su parte, Olga Feijóo, una de las participantes en la comparsa Antoxo (caracterizadas de brasileñas) manifestó que son seis días muy especiales en los que todos los días nos disfrazamos. Para esta fiesta no hay descanso aún cuando tengamos que ir al trabajo. Añadió que, además, somos el primer grupo que saca en el desfile un disfraz de la noche de Comadres y creo que debería extenderse esta idea porque sería una forma de lucir los trajes que con tanto cariño confeccionan las mujeres.
Los integrantres de una comparsa de Astérix y Obélix comieron incluso en la carroza. Lo hacemos todos los años, es ya una costumbre, decían Palmira Cuadrado y Matilde Baños. Relataron que, desde el Jueves de Comadres hasta el martes, no vestimos como Dios manda sino que cada día cambiamos de disfraz. Lo pasamos bomba, aunque hoy ya estamos más bien cansados.
Desde Suiza
Martín, vecino de Suiza, viajó a Verín expresamente para disfrutar del carnaval. En mi país hay tradición de carnaval pero son menos días de fiesta, es diferente, contaba muy contento de participar en el desfile.
La fiesta se cerró de madrugada y hoy, festivo en la localidad, es para el descanso.
