Los compadres abarrotaron los restaurantes de Verín y llenaron de estruendo la villa con petardos

Una noche masculina con mucha pólvora

Un grupo de vecinos hizo estallar petardos y pólvora en la Plaza Mayor de Verín.
Hombres enfundados en gabardinas, con sombreros, pañuelos anudados al cuello y algunos disfraces. La noche de compadres discurrió con algún incidente (rotura de escaparates) y con restaurantes abarro tados durante la cena. El Entroido arrancó en la villa con una jornada puramente masculina en la que se volvió a demostrar que el petardo espanta a las mujeres pues reservan fuerzas para el día más multitudinario, el de las comadres (31 de enero).
La madrugada del viernes en Verín fue para los hombres. Los compadres se enfundaron en gabardinas, se anudaron al cuello sus pañuelos y encajaron los sombreros para tomar la noche, marcada por el estruendo de los incontables petardos que hicieron estallar por las calles. La pólvora se dejó sentir en cada esquina, en el interior de los contenedores, sobre la calzada y a los pies de los participantes, aunque en esta ocasión, de forma más civilizada ya que no se produjeron accidentes pero sí incidentes como la rotura del escaparate de una tienda de zapatos, el ’asalto’ a una tienda almohadas y el intento de robo en dos tiendas.

’Los que saben tirar petardos, los que lo llevan haciendo siempre durante el carnaval, nunca los echan contra las personas. Después hay un colectivo que quiere hacerse el gracioso y acaba aguando la fiesta, aunque este año se comportó’, comentaban los más ’entroideiros’.

Hubo menos pólvora que en otras ocasiones, aunque en ningún momento decayó la fiesta.

Los restaurantes fueron abarrotados durante la cena por pandillas, hasta el punto que los más despistados (que olvidaron hacer la reserva) tuvieron que ingeniárselas para hacerse con un hueco en los establecimientos pues no sobraba una plaza.

La tradición se cumplió a rajatabla con música, la ’procesión’ con el ’meco’ de paja y algunos disfraces que dieron rienda suelta al buen humor.

Pocas mujeres


Eso sí, fue una noche puramente masculina. Los petardos volvieron a ahuyentar a las mujeres, cuya implicación en esta jornada sigue siendo reducida, que optan por reservar fuerzas para la cita más multitudinaria, la de comadres (el próximo 31 de enero) y que, en este caso, también involucra a los hombres. Algunas vecinas expresaban, a la mañana siguiente de compadres, que el ruido infernal de la pólvora les impidió conciliar el sueño, ratificando que la noche de compadres ’es para ellos’.

El alcalde, Juan Manuel Jiménez que, siguiendo la tradición vivió la noche de los compadres, aprovechaba para invitar a los ciudadanos a que durante los días grandes del carnaval no empleen los petardos con el fin de ’no empañar la fiesta, ni inco modar a vecinos y visitantes pues ya hay esta noche para lanzar los que quieran. El resto, es para el disfraz, la harina y el disfrute’, anunciando que en esta edición también está garantizada la diversión. Y es que Verín no sería la misma sin el Entroido.

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