El aglomerado ecológico que experimentó Fomento en la autovía Rías Baixas (A-52), entre los municipios de A Gudiña y A Mezquita, no ofrece buenos resultados para ser utilizado en la construcción de nuevas carreteras o en la reparación del firme de las actuales. El asfalto comenzó a resquebrajarse pasado un año, dando a paso a numerosas gritas y socavones que se agravaron con los sucesivos esparcimientos de sal y salmuera sobre la vía de alta capacidad para evitar la formación de placas de hielo durante los meses de invierno.
El ensayo se llevó a cabo durante el mes de julio del año 2008 en un tramo de 25 kilómetros, cuyo firme presenta en la actualidad, según explicaron en Fomento, un estado de conservación mucho más malo que el del resto de la vía de alta capacidad a su paso por la comarca de Monterrei, que no fue renovado -sólo se taparon baches- desde su apertura en la década de los años noventa.
El aglomerado, que era la primera vez que se aplicaba, a diferencia de los que se utilizan en la actualidad no emitía gases contaminantes a la atmósfera y fue aplicado sobre los cuatro carriles de la autovía Rías Baixas, entre los municipios de A Mezquita y A Gudiña.
CAMBIO CLIMÁTICO
Los trabajos requirieron una inversión de más de 300.000 euros y en Fomento aseguraban entonces que el firme ecológico, de dar resultado, comprobar que era duradero y antideslizante además de no contaminar, sería utilizado en todas las obras de mejora en la red nacional de carreteras y en todos aquellos trazados de nueva construcción para, así, según fuentes del Ministerio, 'intentar aportar un grano de arena más en su lucha contra el cambio climático'.
Técnicos de Fomento y la empresa de conservación estuvieron controlando el trazado afectado de la vía de alta capacidad durante los últimos cuatro años con el objetivo de determinar la calidad del nuevo firme, duración, socavones y la emisión de gases y compararlo con el utilizado en el resto de la vía. Pero al final, concluyen en su informe que el aglomerado ecológico, según explicaron en Fomento, se agrieta con facilidad, dando paso a grandes socavones -no es duradero-, aunque si es menos antideslizante y contaminante que el del resto de la vía. De hecho, los encargados de la conservación ya plantearon ante el Ministerio la posibilidad de que el citado tramo vuelva a ser pavimentado para evitar posibles accidentes, dado el estado que presenta el firme, sobre todo a la altura de A Vilavella y el túnel de A Canda (A Mezquita).
RECLAMACIONES
Los baches provocaron sólo en los últimos años tres reclamaciones de otros tantos conductores por daños en sus vehículos, según fuentes de la Tráfico. En los tres casos, los conductores alegan ante la Dirección General de Carreteras que a causa de las imperfecciones que presenta el firme se salieron de la calzada y colisionaron contra la mediana o señales viarias. El tramo ya fue objeto de un 'bacheo' en varias ocasiones.
El aglomerado, que era la primera vez que se aplicaba, a diferencia de los que se utilizan en la actualidad no emitía gases contaminantes a la atmósfera y fue aplicado sobre los cuatro carriles de la autovía Rías Baixas, entre los municipios de A Mezquita y A Gudiña.
CAMBIO CLIMÁTICO
Los trabajos requirieron una inversión de más de 300.000 euros y en Fomento aseguraban entonces que el firme ecológico, de dar resultado, comprobar que era duradero y antideslizante además de no contaminar, sería utilizado en todas las obras de mejora en la red nacional de carreteras y en todos aquellos trazados de nueva construcción para, así, según fuentes del Ministerio, 'intentar aportar un grano de arena más en su lucha contra el cambio climático'.
Técnicos de Fomento y la empresa de conservación estuvieron controlando el trazado afectado de la vía de alta capacidad durante los últimos cuatro años con el objetivo de determinar la calidad del nuevo firme, duración, socavones y la emisión de gases y compararlo con el utilizado en el resto de la vía. Pero al final, concluyen en su informe que el aglomerado ecológico, según explicaron en Fomento, se agrieta con facilidad, dando paso a grandes socavones -no es duradero-, aunque si es menos antideslizante y contaminante que el del resto de la vía. De hecho, los encargados de la conservación ya plantearon ante el Ministerio la posibilidad de que el citado tramo vuelva a ser pavimentado para evitar posibles accidentes, dado el estado que presenta el firme, sobre todo a la altura de A Vilavella y el túnel de A Canda (A Mezquita).
RECLAMACIONES
Los baches provocaron sólo en los últimos años tres reclamaciones de otros tantos conductores por daños en sus vehículos, según fuentes de la Tráfico. En los tres casos, los conductores alegan ante la Dirección General de Carreteras que a causa de las imperfecciones que presenta el firme se salieron de la calzada y colisionaron contra la mediana o señales viarias. El tramo ya fue objeto de un 'bacheo' en varias ocasiones.
