Los participantes pidieron la limpieza del cauce

El Támega rebosa colorido e imaginación con las barcas del Descenso Folclórico

Algunos de los participantes al paso por Castrelo. (Foto: Marcos Atrio)
Algo más de la mitad de la veintena de embarcaciones que iniciaron el sábado el Descenso Folclórico del río Támega llegaron a la meta de Verín en una jornada lúdica en la que los participantes volvieron a reivindicar la limpieza del cauce fluvial.
Fiesta, jolgorio, disfraces y ‘capitanes’ y ‘grumetes’ calados hasta los huesos. Era el ambiente y la imagen que presentaba la playa fluvial del Támega en la tarde en la meta de llegada del Descenso Folclórico del río, organizado por la asociación de piragüismo Amigos del Támega con la colaboración del ayuntamiento de Verín.

La prueba comenzó el sábado en Matamá, Laza, con mucho ímpetu, pero la madrugada del domingo agotó a casi la mitad de la veintena de embarcaciones que tomaron la salida. A la meta, tras cruzar desde Nocedo por Tintores hasta Verín, llegaron poco más de una docena de embarcaciones y medio centenar de tripulantes.

Premios Entre ellos se repartieron los premios destinados a la embarcación más original, al participante más joven y al más veterano, a la nave más femenina y a la más numerosa, a la mejor por su confección y a la barca cuyos ocupantes presentaran la indumentaria más imaginativa.

Al final, la valoración de los participantes fue positiva, con una salvedad, en algunos tramos del río volvieron a encontrar bastante suciedad y zonas de abundante maleza que en momentos dificultó la travesía.


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