El Parque Natural del Invernadeiro es uno de los más desconocidos de Galicia. La Consellería de Medio Ambiente ha iniciado un programa de mejoras, de más de un millón de euros, con el fin de abrirlo a los visitantes. Así, en este momento ultima la reforma de una cantina-economato utilizada en las décadas de los años 50 y 60 por más de 400 trabajadores de la Papelera de España, entonces propietaria de este espacio natural, para convertirla en un museo de la vida cotidiana de aquella época.
En las décadas de los años 50 y 60 los montes que conforman hoy el Parque Natural del Invernadeiro eran propiedad de la empresa maderera Papelera Española hasta que en 1984 los compró la Xunta. En dicha industria trabajaron más de 400 vecinos de la comarca de Monterrei en tareas de reforestación, plantando pinos silvestres. De aquella época, quedan edificaciones como una cantina donde comían los obreros, casetas y una turbina eléctrica, que la Consellería de Medio Ambiente convierte ahora en museos para plasmar la vida cotidiana de aquella época para los visitantes.
El delegado de la consellería en Ourense, Francisco Fumega, cuenta que la primera fase de la musealización está a punto de culminar con la rehabilitación de la cantina (que también incluía un economato), situada en la Ribeira Pequena, donde los visitantes podrán conocer aspectos de la vida del parque en aquella época, desde qué comían los obreros hasta la tarea que desarrollaban y la repercusión económica que tuvo para la comarca. Trátase dunha posta en valor do Invernadeiro a través da súa musealización. Na segunda fase acometerase a recuperación de tres casetas para os biólogos e xente da Universidade que visita ó parque, expone Fumega.
Esta es sólo una de las iniciativas de un amplio proyecto de mejoras, que supera el millón de euros, con la finalidad revitalizar uno de los parques naturales más desconocidos y abrirlo a la sociedad. De hecho, el pasado verano se desarrolló un programa experimental de visitas guiadas diarias que tendrá continui dad durante Navidades y Semana Santa. El delegado cita que en el 2007 el parque tuvo 2.892 visitas que aumentaron hasta 3.400 este año. Tamén se están sinalizando rutas e acometendo obras de repoboación forestal, añade.
El delegado de la consellería en Ourense, Francisco Fumega, cuenta que la primera fase de la musealización está a punto de culminar con la rehabilitación de la cantina (que también incluía un economato), situada en la Ribeira Pequena, donde los visitantes podrán conocer aspectos de la vida del parque en aquella época, desde qué comían los obreros hasta la tarea que desarrollaban y la repercusión económica que tuvo para la comarca. Trátase dunha posta en valor do Invernadeiro a través da súa musealización. Na segunda fase acometerase a recuperación de tres casetas para os biólogos e xente da Universidade que visita ó parque, expone Fumega.
Esta es sólo una de las iniciativas de un amplio proyecto de mejoras, que supera el millón de euros, con la finalidad revitalizar uno de los parques naturales más desconocidos y abrirlo a la sociedad. De hecho, el pasado verano se desarrolló un programa experimental de visitas guiadas diarias que tendrá continui dad durante Navidades y Semana Santa. El delegado cita que en el 2007 el parque tuvo 2.892 visitas que aumentaron hasta 3.400 este año. Tamén se están sinalizando rutas e acometendo obras de repoboación forestal, añade.
