El embajador de Qatar en Afganistán, Said Mubarak al Jayarin, anunció ayer que el equipo de trabajo técnico qatarí que estuvo trabajando en la reapertura del aeropuerto de Kabul logró reabrir parcialmente el aeródromo para la llegada de vuelos de ayuda humanitaria. Mubarack explicó a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que se espera que en los próximos días continúen estos vuelos humanitarios, mientras que siguen trabajado para solucionar algunos problemas técnicos que permitirán que “pronto puedan estar operando vuelos internacionales comerciales”. Así, ayer por la mañana llegó el quinto avión qatarí con ayuda humanitaria a Kabul, con 15 toneladas de ayuda.
Por otro lado, el embajador qatarí anunció la partida de los primeros vuelos nacionales desde que la toma de Afganistán por parte de los talibanes. En concreto aterrizaron en los aeropuertos de Mazar i Sarif y Kandahar.
Qatar llevó a cabo en los últimos días conversaciones con los talibanes con el objetivo de llegar a un acuerdo para ofrecerles asistencia técnica en la operación del aeropuerto de Kabul a petición de la Autoridad de Aviación Civil afgana. El equipo de trabajo logró reparar el radar, la torre de comunicaciones y la pista del aeropuerto de Kabul y también consiguió garantizar la seguridad tanto dentro como fuera de las instalaciones, afirmó Al Jayarin.
Uno de los líderes de la oficina política de los talibán en Qatar, Mohamad Abbas Stanekzai, se reunió este viernes con el embajador de Pakistán en territorio qatarí, Syed Ahsan Raza Shah, para abordar el futuro de las relaciones y el flujo migratorio en la frontera afgana-paquistaní, ante el intento de salida de los afganos del país. Tras el encuentro, acordaron “continuar con contactos regulares”, precisó la Embajada paquistaní.
Último reducto afgano
Entretanto, los talibanes recrudecieron ayer la ofensiva en Panjshir, la única provincia de las 34 de Afganistán que no cayó en su totalidad en su poder, y lograron tomar el control de cuatro de los ocho distritos de la región, ante la debilidad de las tropas opositoras. La formación islamista afirmó ayer que ya capturaron la mitad de los distritos de la provincia norteña de Panjshir, y que el 90% de un quinto se encuentra bajo su control tras intensificar en estos últimos días los ataques contra las tropas opositoras.
“Varios comandantes y decenas de milicianos y soldados” murieron ayer y “un gran número de sus puestos de control y bases fueron capturados por nuestros muyahidines”, aseguró el portavoz de los talibanes, Bilal Karimi. “Nuestros muyahidines avanzan hacia el centro de Panjshir y el enemigo está en pánico. Algunos de ellos ya empezaron a rendirse ante nuestros muyahidines”, por lo que “esperamos que las partes restantes de Panjshir sean capturadas pronto”.
En medio de la fuerte ofensiva de los talibanes, la situación en el valle es “difícil”, según explicó un miembro de la resistencia afgana. “Miles de talibanes se precipitaron sobre la provincia desde todas direcciones, y las fuerzas de la resistencia están bajo una presión sin precedentes”, sostuvo.
La región además se enfrenta a grandes dificultades, ya que los combatientes suspendieron los servicios de telefonía móvil e Internet y cortaron todas las rutas de suministro con el objetivo de agilizar su rendición.
Dispersan una protesta de mujeres con gases y tiros al aire
Los talibanes dispersaron ayer con gases lacrimógenos y disparos al aire una protesta organizada por mujeres afganas, que por segundo día consecutivo salieron a las calles de Kabul para reclamar sus derechos y su participación en un futuro Gobierno de Afganistán. Las afganas realizaban una marcha desde el Ministerio de Relaciones Exteriores hacia las puertas del Palacio Presidencial cuando fueron detenidas por los talibanes. “Nos impidieron continuar la marcha y dijeron que no está permitido ir hacia la puerta del Palacio Presidencial”, dijo una de las organizadoras de la protesta. “Usaron disparos y gases lacrimógenos para dispersarnos, incluso si cinco mujeres se reúnen en un lugar para protestar las dispersan”, agregó. La fuente apuntó que una de las manifestantes sufrió una herida en la cabeza durante los altercados.
Esta es la segunda protesta de mujeres que se lleva a cabo en Kabul en los últimos dos días y la tercera desde que los talibanes tomasen el control de casi todo el país, después de que el pasado jueves se congregasen una veintena de afganas para reclamar sus derechos en el nuevo régimen. “La protesta de hoy estuvo en línea con la protesta de ayer para pedir a los talibanes que le den a las mujeres una participación significativa en todos los aspectos de la vida, incluida la toma de decisiones y la política”, explicó Samira Khairkhwa, que remarcó que las protestas continuarán “hasta que los talibanes acepten nuestras demandas, no nos quedaremos calladas ni nos encerraremos en las casas”.
