Los equipos de rescate han logrado acceder al nivel donde creen que permanecen atrapados desde hace cuatro días los seis mineros -tres de ellos mexicanos- de Crandall Cayon (Utah), ha informado el jefe de seguridad de la explotación.
Richard Stickler, responsable de Salud y Seguridad de la mina, ha explicado en rueda de prensa, según informa en su edición digital 'The Salt Lake Tribune', que el segundo equipo de rescate, provisto de ayuda e instrumentos para comunicarse con los mineros, ha alcanzado los 527 metros de profundidad.
Según el diario, los equipos de rescate estarían a unos 50 metros de donde creen que permanecen atrapados los seis mineros, cuya suerte se desconoce desde el derrumbamiento en la madrugada del lunes, por causas aún por aclarar.
Los mineros que trabajaban en el segundo equipo pretenden hacer llegar oxígeno, agua y comida a sus compañeros y mediante los equipos de escucha y linternas averiguar su estado. No obstante, Rob Moore, vicepresidente de Murray Energy Corp., empresa propietaria de la mina, ha advertido que podría no establecerse contacto con los mineros atrapados si éstos no pueden acceder al lugar de contacto.
'The Salt Lake Tribune' ha indicado que el gobernador del Estado de Utah, Jon Huntsman, anunció la inminente llegada en un avión procedente de Misisipí de un camión equipado con microcámaras de alta resolución.
Los mineros atrapados han sido identificados por el periódico como Manuel Sánchez, Carlos Payán, Luis Hernández, los tres originarios de México y Kerry Allred, Don Erickson y Brandon Phillips. 'The Washington Post' se hace eco de las quejas de los familiares de los mineros mexicanos por la falta de intérpretes durante los tres primeros días para ser informados de la evolución de los trabajos de rescate.
Según la edición digital de 'The Washington Post', las minas de carbón de Utah han atraído a un numeroso contingente de trabajadores hispanos en un Estado tradicionalmente caracterizado por la presencia de mormones.
Según el diario, los equipos de rescate estarían a unos 50 metros de donde creen que permanecen atrapados los seis mineros, cuya suerte se desconoce desde el derrumbamiento en la madrugada del lunes, por causas aún por aclarar.
Los mineros que trabajaban en el segundo equipo pretenden hacer llegar oxígeno, agua y comida a sus compañeros y mediante los equipos de escucha y linternas averiguar su estado. No obstante, Rob Moore, vicepresidente de Murray Energy Corp., empresa propietaria de la mina, ha advertido que podría no establecerse contacto con los mineros atrapados si éstos no pueden acceder al lugar de contacto.
'The Salt Lake Tribune' ha indicado que el gobernador del Estado de Utah, Jon Huntsman, anunció la inminente llegada en un avión procedente de Misisipí de un camión equipado con microcámaras de alta resolución.
Los mineros atrapados han sido identificados por el periódico como Manuel Sánchez, Carlos Payán, Luis Hernández, los tres originarios de México y Kerry Allred, Don Erickson y Brandon Phillips. 'The Washington Post' se hace eco de las quejas de los familiares de los mineros mexicanos por la falta de intérpretes durante los tres primeros días para ser informados de la evolución de los trabajos de rescate.
Según la edición digital de 'The Washington Post', las minas de carbón de Utah han atraído a un numeroso contingente de trabajadores hispanos en un Estado tradicionalmente caracterizado por la presencia de mormones.
