Su mujer se encargaba de reclutar a las víctimas para satisfacer a su marido

El asesino en serie Michel Fourniret y su esposa, condenados a cadena perpetua en Francia

Michel Fourniret, a su llegada al juzgado.
El Tribunal de lo Criminal de Charleville-Mezires, en las Ardenas (noreste de Francia), ha condenado esta tarde al presunto asesino en serie Michel Fourniret a cadena perpetua sin posibilidad de reducción de pena, lo que significa que Founiret no saldrá jamás de prisión.
Su esposa, Monique Olivier, que se sentaba junto a él en el banquillo por complicidad en la muerte de siete jóvenes en Francia y Bélgica entre 1987 y 2003, sufrirá la misma pena, pero el cumplimiento íntegro de la condena será de 28 años. La Fiscalía había solicitado 30 años de cumplimiento efectivo.

El veredicto anunciado poco después de las 15.00 horas pone fin a un excepcional proceso que se inició el pasado 27 de marzo contra Fourniret y Olivier, pareja que la prensa francesa ha bautizado como 'la pareja diabólica'.

El representante del Ministerio público, Francis Nachbar, había solicitado las penas máximas contempladas en el Código penal francés para ambos, con distintas medidas de seguridad, alegando que habían cometido 'actos monstruosos'. 'Los hechos y la personalidad de los acusados imponen no hacer correr ningún riesgo a la sociedad', destacó Nachbar durante la requisitoria.

Michel Fourniret, de 66 años, y su esposa Monique Olivier, de 59, asesinaron en sus 16 años de matrimonio al menos a siete chicas en Francia y la vecina Bélgica e intentaron secuestrar y violar a otras tres entre 1987 y 2003.

Antiguo obrero nacido en Sedán (Ardenas), Fourniret estaba acusado de 'asesinato, violación y secuestro' en los crímenes cometidos en Francia y Bélgica, hechos que había admitido. Su esposa tuvo que responder de la acusación de coautora de uno de los crímenes, perpetrado en 1989, y de complicidad en otros cinco.

PACTO CRIMINAL

Su 'pacto criminal', como lo ha calificado la acusación, se selló en 1987, cuando en el tribunal de lo Criminal de Evry en el que Fourniret era juzgado por una presunta violación intercambiaron las primeras miradas. Aunque se conocían, nunca se habían visto.

En diciembre de 1986, Fourniret, detenido en Essonne (región parisina) inserta el siguiente anuncio en un periódico: 'Prisionero desearía mantener correspondencia con persona de cualquier edad para olvidar soledad'. Monique Olivier responde y es así como se inicia su relación epistolar. Apenas dos meses después de salir de prisión, en diciembre de 1987, la pareja se cobra la primera de una larga serie de víctimas, Isabelle Laville, de 17 años.

El azar y la perseverancia de un policía belga ponen fin a la odisea criminal de la pareja en junio de 2003 cerca de Namur (Bélgica), cuando Fourniret intentaba raptar a una joven de 13 años, que se salvó porque, mal atada por su captor, logró escapar y llevar a la Policía la matrícula de la furgoneta en la que Michel Fourniret intentó secuestrarla.

MANIPULADOR Y SADICO

Siete homicidios (Isabelle Laville, Fabienne Leroy, Jeanne-Marie Desramault, Elisabeth Brichet, Natacha Danais, Céline Saison y Mananya Thumpong), una tentativa de violación, un secuestro fallido y una agresión sexual es el historial de Michel Fourniret.

Además, la justicia del país vecino ha reabierto la investigación sobre la desaparición en 2003 cerca de París de la pequeña Estelle Mouzin, y volverá a examinar la coartada del presunto asesino en serie, a quien los psiquiatras

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