Aumenta a 46 el número de personas que perdieron la vida ayer y a once el número de heridos tras un accidente de tráfico en la carretera que une Oruro y Potosí, en el sur del país, en lo que es considerado el peor accidente de tráfico en lo que va de año en el país andino, según informaron medios locales.
El hecho tuvo lugar la mañana de ayer, cuando un camión turnero, que trasladaba a personas de diferentes comunidades del área rural, cayó por un barranco en una transitada carretera del país andino y quedó estancado a una profundidad de aproximadamente 300 metros.
Posteriormente, el Organismo Operativo de Tránsito de Bolivia movilizó a su personal con el fin de establecer las causas del atasco del camión y los heridos fueron trasladados de emergencia al Hospital Daniel Bracamonte, en la ciudad de Potosí, para ser atendidos.
El vehículo quedó completamente destrozado y todavía permanecen atrapados varios cuerpos sin vida de los pasajeros, algunos de ellos mutilados por el impacto.
Alta siniestralidad regional
El accidente puso de relieve una vez más que la siniestralidad vial es una de las peores lacras de Latinoamérica, donde cada año mueren más de 100.000 personas en las carreteras.
Sólo en junio pasado, hubo tres accidentes graves en Bolivia con vehículos pesados implicados que provocaron un total de 44 muertos.
El 1 de junio, dieciséis personas fallecieron después de que el autobús en el que viajaban cayera a un barranco de unos 300 metros en la llamada 'carretera de la muerte', en el norte del departamento de La Paz.
Apenas cuatro días después, otro autobús se embarrancó en esa misma región y quedó un saldo de nueve víctimas mortales y 16 heridos.
El 22 de junio tuvo lugar uno de los siniestros más trágicos, cuando un camión se precipitó por un barranco en el departamento de Cochabamba (centro) y fallecieron en el acto 19 personas que viajaban en su parte trasera.
Un balance preliminar del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que en 2006 murieron en las carreteras bolivianas 1.465 personas, casi el doble de los 753 fallecidos en el año anterior.
Los accidentes más graves se producen generalmente en la región andina del país (oeste), donde las vías son estrechas, discurren entre montañas empinadas y precipicios de vértigo, carecen de señalización y mantenimiento adecuado, y algunos de sus tramos no están ni asfaltados.
Mientras, en Perú al menos seis personas murieron hoy y otras 18 resultaron heridas al precipitarse un autobús a un abismo de 150 metros en la región de Moquegua, 1.225 kilómetros al sur de Lima, según fuentes policiales.
El suceso ocurrió en la aislada localidad de Torata y en el vehículo viajaban más de 50 pasajeros, entre ellos turistas españoles y de otros países extranjeros.
Para la Defensoría del Pueblo de Perú, el Estado tiene 'profundas debilidades' para evitar los accidentes de tráfico, que el pasado año dejaron un saldo de 800 personas fallecidas y 5.000 heridas en unos 2.000 siniestros en todo el país, la mayoría provocados por vehículos pesados.
Los especialistas explican que el índice de accidentes en el interior de Perú es muy alto debido al mal estado de las carreteras, al parque automovilístico obsoleto y a conductores que consiguen el permiso de conducir en el 'mercado negro' mediante el pago de entre 30 y 50 dólares.
Según la OPS, se calcula que al menos 130.000 personas mueren cada año en América como resultado de la inseguridad en las carreteras y más de 1,2 millones sufren heridas o secuelas.
La inseguridad vial en la región es la segunda causa de mortalidad de la población menor de 25 años y la primera de quienes tienen entre 15 y 19 años.
Posteriormente, el Organismo Operativo de Tránsito de Bolivia movilizó a su personal con el fin de establecer las causas del atasco del camión y los heridos fueron trasladados de emergencia al Hospital Daniel Bracamonte, en la ciudad de Potosí, para ser atendidos.
El vehículo quedó completamente destrozado y todavía permanecen atrapados varios cuerpos sin vida de los pasajeros, algunos de ellos mutilados por el impacto.
Alta siniestralidad regional
El accidente puso de relieve una vez más que la siniestralidad vial es una de las peores lacras de Latinoamérica, donde cada año mueren más de 100.000 personas en las carreteras.
Sólo en junio pasado, hubo tres accidentes graves en Bolivia con vehículos pesados implicados que provocaron un total de 44 muertos.
El 1 de junio, dieciséis personas fallecieron después de que el autobús en el que viajaban cayera a un barranco de unos 300 metros en la llamada 'carretera de la muerte', en el norte del departamento de La Paz.
Apenas cuatro días después, otro autobús se embarrancó en esa misma región y quedó un saldo de nueve víctimas mortales y 16 heridos.
El 22 de junio tuvo lugar uno de los siniestros más trágicos, cuando un camión se precipitó por un barranco en el departamento de Cochabamba (centro) y fallecieron en el acto 19 personas que viajaban en su parte trasera.
Un balance preliminar del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que en 2006 murieron en las carreteras bolivianas 1.465 personas, casi el doble de los 753 fallecidos en el año anterior.
Los accidentes más graves se producen generalmente en la región andina del país (oeste), donde las vías son estrechas, discurren entre montañas empinadas y precipicios de vértigo, carecen de señalización y mantenimiento adecuado, y algunos de sus tramos no están ni asfaltados.
Mientras, en Perú al menos seis personas murieron hoy y otras 18 resultaron heridas al precipitarse un autobús a un abismo de 150 metros en la región de Moquegua, 1.225 kilómetros al sur de Lima, según fuentes policiales.
El suceso ocurrió en la aislada localidad de Torata y en el vehículo viajaban más de 50 pasajeros, entre ellos turistas españoles y de otros países extranjeros.
Para la Defensoría del Pueblo de Perú, el Estado tiene 'profundas debilidades' para evitar los accidentes de tráfico, que el pasado año dejaron un saldo de 800 personas fallecidas y 5.000 heridas en unos 2.000 siniestros en todo el país, la mayoría provocados por vehículos pesados.
Los especialistas explican que el índice de accidentes en el interior de Perú es muy alto debido al mal estado de las carreteras, al parque automovilístico obsoleto y a conductores que consiguen el permiso de conducir en el 'mercado negro' mediante el pago de entre 30 y 50 dólares.
Según la OPS, se calcula que al menos 130.000 personas mueren cada año en América como resultado de la inseguridad en las carreteras y más de 1,2 millones sufren heridas o secuelas.
La inseguridad vial en la región es la segunda causa de mortalidad de la población menor de 25 años y la primera de quienes tienen entre 15 y 19 años.
