Pese a la campana instalada la semana pasada aparecen más fugas

BP no consigue sellar el pozo del Golfo de México

El Gobierno de EE.UU. expresó ayer su preocupación por una fuga detectada cerca del pozo averiado en el Golfo de México, pidió a BP que vigile de cerca la situación y se prepare para la posible reapertura del manantial ahora sellado. Thad Allen, el almirante al frente de la respuesta del Gobierno al derrame en el Golfo, envió una carta al director general de BP, Robert Dudley, en la que señala que es 'primordial' el observar el suelo marino tras la detección de la fuga cerca del pozo así como 'anomalías no determinadas' en la cabeza del mismo.
La carta pide a BP que notifique al Gobierno cualquier fuga en el plazo de cuatro horas de su detección.

Allen solicitó también a BP que envíe al Gobierno por escrito un plan para reabrir el pozo de confirmarse que existe una fuga de hidrocarburos cerca de la cabeza del mismo.

BP instaló la semana pasada una enorme campana sobre el orificio por el que fluía crudo al mar y que actúa desde el jueves como una especie de tapón. La empresa realiza desde entonces pruebas de presión.

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