Casi un centenar de personas murieron el sábado por la represión de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en distintas provincias de Siria, según el recuento de los opositores Comités de Coordinación Local divulgado en las últimas horas.
El mayor número de víctimas se registró en las provincias centrales de Hama y Homs, dos de los principales bastiones de la oposición, donde perdieron la vida 38 y 26 personas, respectivamente. La Liga Árabe decidió suspender la misión de sus observadores en Siria ante el deterioro de la seguridad en el país.
El secretario general del organismo, Nabil al Arabi, explicó en un comunicado que la suspensión era inmediata y que estará en vigor al menos hasta la próxima reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe, para la que no se fijó fecha. En esa cita, los jefes de la diplomacia decidirán sobre el futuro de la misión que se desplegó en Siria hace más de un mes para verificar sobre el terreno el final de la violencia, la liberación de los detenidos durante la revuelta y la retirada de las tropas de las calles. Ayer una delegación de la organización panárabe, encabezada por Al Arabi, viajó a Nueva York, para reunirse con el Consejo de Seguridad de la ONU. El objetivo fue conseguir el apoyo del Consejo de Seguridad a la iniciativa árabe para Siria, propuesta hace una semana y que estipula la salida del poder de Al Asad y la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Además, tropas leales al régimen sirio mantuvieron ayer fuertes enfrentamientos con soldados desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS) en barrios de los afueras de Damasco. Una activista opositora, que pidió el anonimato, explicó que los choques entre soldados opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital, y que se escucharon disparos en otras partes de la ciudad. Según las fuentes, se produjeron también enfrentamientos en las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria
El secretario general del organismo, Nabil al Arabi, explicó en un comunicado que la suspensión era inmediata y que estará en vigor al menos hasta la próxima reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe, para la que no se fijó fecha. En esa cita, los jefes de la diplomacia decidirán sobre el futuro de la misión que se desplegó en Siria hace más de un mes para verificar sobre el terreno el final de la violencia, la liberación de los detenidos durante la revuelta y la retirada de las tropas de las calles. Ayer una delegación de la organización panárabe, encabezada por Al Arabi, viajó a Nueva York, para reunirse con el Consejo de Seguridad de la ONU. El objetivo fue conseguir el apoyo del Consejo de Seguridad a la iniciativa árabe para Siria, propuesta hace una semana y que estipula la salida del poder de Al Asad y la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Además, tropas leales al régimen sirio mantuvieron ayer fuertes enfrentamientos con soldados desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS) en barrios de los afueras de Damasco. Una activista opositora, que pidió el anonimato, explicó que los choques entre soldados opositores y fieles al régimen se sucedieron en la zona de Qabun, en la capital, y que se escucharon disparos en otras partes de la ciudad. Según las fuentes, se produjeron también enfrentamientos en las zonas de Al Guta, Kafr al Batna, Saqba e Irbin, todas ellas muy próximas a la capital siria
